domingo, 24 de abril de 2011

La sexualidad Tántrica

Para el tantra la mujer y el hombre son energía pura. Cuando dicha energía circula, se expresa y se usa; mejor nos encontramos, en buen estado físico, mental y espiritual. Para ello requerimos realizar un buen uso de ella a  través de una dieta adecuada, de una respiración adecuada, de ejercicio adecuado, de un descanso adecuado y de pensamiento adecuado. 

Hacer el amor es una oportunidad ideal para la circulación consciente de energía y cualquiera de los miembros de la pareja puede hacer circular simultáneamente la energía del otro. La energía circula automáticamente al hacer el amor, pero a menudo se pierde debido a la falta de consciencia. Lo importante es familiarizarse con la sensación de un flujo libre de energía a fin de reconocerlo conscientemente. Resulta sorprendente comprobar con que facilidad la mente puede sentir el flujo de energía si dejamos que nuestra intuición se ponga en contacto con el cuerpo de nuestra pareja. 

La respiración profunda y la retención de la misma, permiten experimentar el flujo de energía. Veremos que ciertas partes del cuerpo se sienten despiertas, mientras que otras las sentiremos dormidas, o menos estimuladas. Las posturas eróticas tántricas, conocidas como bandhas (cerraduras), fueron creadas para canalizar hacia el interior la energía que fluye hacia fuera, y las manos y los pies se utilizan con frecuencia como auxiliares de este proceso. Es de gran importancia hacer circular la energía sexual, en lugar de perderla; esto puede lograrse colocando conscientemente las manos sobre algunos de los chakras y dirigir mentalmente la energía a esos chakras.  

El arte del culto es esencial para tener éxito en estas prácticas. Cuando se hace el amor hay que rendir culto al espíritu interior, llegando a la consciencia mística y de este modo también a la autorrealización. Es así como el amor toma su carácter liberador y verdaderamente eterno.

La iniciación sexual consiste en entregar la propia sexualidad a otra persona. Cuando una persona acepta el acto sexual como un regalo, se dan intercambios a varios niveles: un intercambio físico y una mezcal de secreciones, un intercambio psicofísico de energías y polaridades vitales, un intercambio kármico a través de la convergencia de destinos, y un intercambio espiritual, una comunión entre los espíritus. A su nivel más alto, todos estos intercambios incrementan la calidad de la pareja.

El principio más importante del rejuvenecimiento sexual consiste en hacer circular la energía, en lugar de gastarla. Poniendo atención a los aspectos mentales, emocionales y físicos del amor sexual y canalizando sabiamente las energías vitales, se llega a un rejuvenecimiento total.

Los Tantras no aconsejan la abstinencia sexual prolongada, ya que desemboca en la acumulación de corrientes sexuales innaturales dentro del cuerpo.

«La retención consiste en mantener el placer como una luz en medio de la tormenta». El control consciente de la eyaculación es una cuestión voluntaria, pues no es lo mismo en un joven de 20 años que en un adulto de 50, y la pérdida de energía a través de la misma tiene un significado y nivel muy diferente, así como entre cada individuo. Cada uno debe decidir cuando y como establecer su propia frecuencia.

Los textos tántricos subrayan la importancia que tiene «absorber el equivalente del compañero», siempre que haya una emisión de flujos vitales. La perdida de semen, que proviene de todas las partes del cuerpo, debilita y acorta la vida del hombre. Para contrarrestar esta pérdida que ocasiona la eyaculación, hay que absorber conscientemente las secreciones femeninas, para lo que existen distintas técnicas.

La satisfacción de la mujer es en extremo importante, ya que sólo ella otorgará todo su potencial iniciático a su amante. Pero eyacular o no eyacular no ha de ser el único criterio para medir el éxito o el fracaso del acto de amor

Artículo adaptado de tantra.fiestras.com

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