jueves, 29 de noviembre de 2012

El desapego


La sabiduría de la incertidumbre reside en el desapego, en la sabiduría de la incertidumbre reside la liberación del pasado, de lo conocido, que es la prisión del condicionamiento anterior. Y en nuestro deseo de ir hacia lo desconocido, el campo de todas las posibilidades, nos entregamos a la mente creativa, que orquesta la danza del universo.

"Como dos aves doradas posadas en el mismo árbol, el ego y el yo, íntimos amigos, viven en el mismo cuerpo. El primero come los frutos dulces y amargos del árbol de la vida, mientras que el segundo observa con indiferencia."
Upanishad Mundaka 

La sexta ley espiritual del éxito es la ley del desapego. Esta ley dice que para adquirir cualquier cosa en el universo físico, debemos renunciar a nuestro apego a ella. Esto no significa que renunciemos a la intención de cumplir nuestro deseo. No renunciamos a la intención ni al deseo; renunciamos al interés por el resultado.

Es grande el poder que se deriva de esto. Tan pronto como renunciamos al interés por el resultado, combinando al mismo tiempo la intención concentrada y el desapego, conseguimos lo que deseamos. Podemos conseguir cualquier cosa que deseemos a través del desapego, porque éste se basa en la confianza incuestionable en el poder del verdadero yo.

El apego, en cambio, se basa en el temor y en la inseguridad - y la necesidad de sentir seguridad emana del desconocimiento del verdadero yo. La fuente de la abundancia, de la riqueza o de cualquier cosa en el mundo físico es el yo; es la conciencia que sabe cómo satisfacer cada necesidad. Todo lo demás es un símbolo: vehículos, casas, cheques, ropa, aviones. Los símbolos son transitorios; llegan y se van. Perseguir símbolos es como contentarse con el mapa en lugar del territorio. Es algo que produce ansiedad y acaba por hacernos sentir vacíos y huecos por dentro, porque cambiamos el yo por los símbolos del yo. El apego es producto de la conciencia de la pobreza, porque se interesa siempre por los símbolos. El desapego es sinónimo de la conciencia de la riqueza, porque con él viene la libertad para crear. Sólo a partir de un compromiso desprendido, podemos tener alegría y felicidad. Entonces, los símbolos de la riqueza aparecen espontáneamente y sin esfuerzo.

Sin desapego somos prisioneros del desamparo, la desesperanza, las necesidades mundanas, los intereses triviales, la desesperación silenciosa y la gravedad - características distintivas de una existencia mediocre y una conciencia de la pobreza. La verdadera conciencia de la riqueza es la capacidad de tener todo lo que deseamos, cada vez que lo deseamos, y con un mínimo de esfuerzo. Para afianzarnos en esta experiencia es necesario afianzarnos en la sabiduría de la incertidumbre. En la incertidumbre encontraremos la libertad para crear cualquier cosa que deseemos. La gente busca constantemente seguridad, pero con el tiempo descubriremos que esa búsqueda es en realidad algo muy efímero. Hasta el apego al dinero es una señal de inseguridad. Uno podría decir: "Me sentiré seguro cuando tenga X cantidad de dinero porque entonces tendré independencia económica y podré jubilarme.

Y entonces haré todo lo que he querido hacer siempre". Pero eso es algo que nunca sucede - que nunca llega. Quienes buscan la seguridad la persiguen durante toda la vida sin encontrarla jamás. La seguridad es evasiva y efímera porque no puede depender exclusivamente del dinero. El apego al dinero siempre creará inseguridad, no importa cuánto dinero se tenga en el banco. De hecho, algunas de las personas que más dinero tienen son las más inseguras. La búsqueda de la seguridad es una ilusión. Según las antiguas tradiciones de sabiduría, la solución de todo este dilema reside en la sabiduría de la inseguridad o la sabiduría de la incertidumbre. Esto significa que la búsqueda de seguridad y de certeza es en realidad un apego a lo conocido. ¿Y qué es lo conocido? Lo conocido es el pasado. Lo conocido no es otra cosa que la prisión del condicionamiento anterior. Allí no hay evolución -absolutamente ninguna evolución. Y cuando no hay evolución, sobrevienen el estancamiento, el desorden, el caos y la decadencia.

La incertidumbre, por otra parte, es el suelo fértil de la creatividad pura y de la libertad. La incertidumbre es penetrar en lo desconocido en cada momento de nuestra existencia. Lo desconocido es el campo de todas las posibilidades, siempre fresco, siempre nuevo, siempre abierto a la creación de nuevas manifestaciones. Sin la incertidumbre y sin lo desconocido, la vida es sólo una vil repetición de recuerdos gastados. Nos convertimos en víctimas del pasado, y nuestro torturador de hoy es el yo que ha quedado de ayer. Renunciemos a nuestro apego a lo conocido y adentrémonos en lo desconocido, así entraremos en el campo de todas las posibilidades. La sabiduría de la incertidumbre jugará un importante papel en nuestro deseo de entrar en lo desconocido. Esto significa que en cada momento de nuestra vida habrá emoción, aventura, misterio; que experimentaremos la alegría de vivir: la magia, la celebración, el júbilo y el regocijo de nuestro propio espíritu.

Cada día podemos buscar la emoción de lo que puede ocurrir en el campo de todas las posibilidades. Si nos sentimos inseguros, estamos en el camino correcto - no nos demos por vencidos. En realidad no necesitamos tener una idea rígida y completa de lo que haremos la semana próxima o el año próximo, porque si tenemos una idea clara de lo que ha de suceder y nos aferramos rígidamente a ella, dejaremos por fuera un enorme abanico de posibilidades. Una de las características del campo de todas las posibilidades es la correlación infinita. Este campo puede orquestar una infinidad de sucesos espacio-temporales con el fin de producir el resultado esperado.

Pero cuando hay apego, la intención queda atrapada en una forma de pensar rígida y se pierden la fluidez, la creatividad y la espontaneidad inherentes al campo de todas las posibilidades. Cuando nos apegamos a algo, congelamos nuestro deseo, lo alejamos de esa fluidez y esa flexibilidad infinitas y lo encerramos dentro de un rígido marco que obstaculiza el proceso total de la creación. La ley del desapego no obstaculiza la ley de la intención y el deseo - la fijación de metas. Siempre tenemos la intención de avanzar en una determinada dirección, siempre tenemos una meta. Sin embargo, entre el punto A y el punto B hay un número infinito de posibilidades, y si la incertidumbre está presente, podremos cambiar de dirección en cualquier momento si encontramos un ideal superior o algo más emocionante.

Al mismo tiempo, será menos probable que forcemos las soluciones de los problemas, lo cual hará posible que nos mantengamos atentos a las oportunidades. La ley del desapego acelera el proceso total de la evolución. Cuando entendemos esta ley, no nos sentimos obligados a forzar las soluciones de los problemas. Cuando forzamos las soluciones, solamente creamos nuevos problemas. Pero si fijamos nuestra atención en la incertidumbre y la observamos mientras esperamos ansiosamente a que la solución surja de entre el caos y la confusión, entonces surgirá algo fabuloso y emocionante. Cuando este estado de vigilancia - nuestra preparación en el presente, en el campo de la incertidumbre - se suma a nuestra meta y a nuestra intención, nos permite aprovechar la oportunidad. ¿Qué es la oportunidad? Es lo que está contenido en cada problema de la vida. Cada problema que se nos presenta en la vida es la semilla de una oportunidad para algún gran beneficio.

Una vez que tengamos esta percepción, nos abriremos a toda una gama de posibilidades - lo cual mantendrá vivos el misterio, el asombro, la emoción y la aventura. Podremos ver cada problema de la vida como la oportunidad de algún gran beneficio. Habiéndonos afianzado en la sabiduría de la incertidumbre, podremos permanecer alerta a las oportunidades. Y, cuando nuestro estado de preparación se encuentre con la oportunidad, la solución aparecerá espontáneamente. Lo que resulta de esto es lo que denominamos comúnmente "buena suerte". La buena suerte no es otra cosa que la unión del estado de preparación con la oportunidad. Cuando los dos se mezclan con una vigilancia atenta del caos, surge una solución que trae beneficio y evolución para nosotros y para todos los que nos rodean. Ésta es la receta perfecta para el éxito, y se basa en la ley del desapego.

Cómo aplicar la Ley del Desapego?

Pondré a funcionar la ley del desapego comprometiéndome a hacer lo siguiente:

1) Hoy me comprometeré con el desapego. Me permitiré y les permitiré a los que me rodean la libertad de ser como somos. No impondré tercamente mi opinión de cómo deben ser las cosas. No forzaré las soluciones de los problemas, y, por tanto, no crearé con eso otros nuevos. Participaré en todo con absoluto desprendimiento.

2) Hoy convertiré a la incertidumbre en un elemento esencial de mi experiencia. Y gracias a esa disponibilidad para aceptar la incertidumbre, las soluciones surgirán espontánea mente de los problemas, de la confusión, del desorden y del caos. Cuanto más inciertas parezcan las cosas, más seguro me sentiré porque la incertidumbre es el camino hacia la libertad. Por medio de la sabiduría de la incertidumbre, encontraré mi seguridad.

3) Penetraré en el campo de todas las posibilidades y esperaré la emoción que tiene lugar cuando me mantengo abierto a una infinidad de alternativas. Cuando entre en el campo de todas las posibilidades, experimentaré todo el regocijo, la aventura, la magia y el misterio de la vida.


Meditación Devavani


Devavani significa “La voz divina”. Al practicar esta técnica, imagínate que lo Divino pasa a través de ti, que lo Divino habla a través de ti.

Tú eres solamente un canal, una vasija vacía, a través de la cual lo Divino se mueve y habla.

Cada uno de las cuatro etapas dura quince minutos y, en todo momento, los ojos han de mantenerse cerrados. La técnica puede practicarse en grupo o en solitario.

Primera Parte: Siéntate en silencio y escucha la música.
No has de hacer nada.

Segunda Parte: Después de quince minutos, cuando la música cese, conviértete en un canal para la voz divina. Empieza diciendo solamente la… la… la… hasta que palabras desconocidas afloren en tus labios.

Después de unos cuantos días de practicar esta meditación, las palabras se convertirán en un lenguaje desconocido y descubrirás que estás diciendo frases enteras en una lengua desconocida.

Esto viene a ser un latihan de la lengua, de modo que no llores, ni grites, ni rías, ni gimas, pues esto daría significación a los sonidos. Es necesario que las palabras surjan de la parte del cerebro que empleabas cuando niño, antes de que pudieras hablar; no de la parte que piensa y que comunica.

Las palabras han de venir de la parte desconocida del cerebro. En el antiguo testamento, este tipo de habla se denomina “glosolalia”.

Este latihan de la lengua ha de distinguirse perfectamente de la técnica giberish que se describe más adelante. No es una catarsis, no es sacar lo que tengas en tu interior.

Más bien, es dejar que te conviertas en un vehículo de la divina energía.

El giberish es hacer; el latihan es un dejar hacer. El giberish hace que liberes contenidos de tu interior; el latihan hace que algo se mueva a través de ti.

Si las palabras dejan de aparecer, empieza con él la… la…la… hasta que las palabras empiecen otra vez a fluir por tu boca.

Tercera Parte: Durante quince minutos, quédate de pie, continúa hablando en lenguas desconocidas y deja que lo Divino se mueva a través de tu cuerpo.

Deja que suceda un latihan total.

Si dejas que tu cuerpo se relaje y afloje, pronto notarás energías sutiles moviéndose en su interior.

Deja que esas energías muevan tu cuerpo, lenta, graciosamente. No seas tú el que te muevas; deja que las energías te muevan.

Cuarta Parte: Simplemente túmbate y quédate totalmente quieto.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Claves para conectarnos con La Matriz Divina

Gregg Braden es hoy uno de los escritores que mejor han logrado combinar la ciencia y la espiritualidad. Conocido principalmente por libros como “El poder de la profecía” o “La matriz divina“, Braden explora en su trabajo cómo antiguas tradiciones y nuevos descubrimientos científicos van inequívocamente encaminados hacia un mismo destino.

En su libro "La Matriz Divina" Braden nos lleva a un extraordinario viaje en el que enlaza ciencia, espiritualidad y milagros mediante el lenguaje de la Matriz Divina.

"Toda materia existe en virtud de una fuerza. Debemos asumir tras esa fuerza la existencia de una mente consciente e inteligente. Esa mente es la matriz de toda la materia."
Max Planck, físico. 1944

Con estas palabras Max Planck, padre de la teoría cuántica, describía un campo universal de energía que conecta a todos y a todo lo que hay en la creación: La Matriz Divina.

La Matriz Divina es nuestro mundo. También es todo lo que hay en nuestro mundo. Somos nosotros y todo lo que amamos, odiamos, creamos y experimentamos. Al vivir en la Matriz Divina , somos como artistas que expresamos nuestras más recónditas pasiones, miedos, sueños y deseos a través de la esencia de un misterioso lienzo cuántico. Pero nosotros somos tanto ese lienzo como las imágenes plasmadas sobre él. Somos a la vez las pinturas y las brochas. En la Matriz Divina somos el recipiente en cuyo interior existen todas las cosas, el puente entre las creaciones de nuestros mundos interior y exterior y el espejo que nos muestra lo que hemos creado. En la Matriz Divina somos a la vez la semilla del milagro y el propio milagro.

En su obra Braden nos entrega 20 "Claves" para interiorizar en nuestro subconsciente y así mejorar nuestro proceso creativo.

Llave 1: La Matriz Divina es el contenedor que guarda el  universo, el puente entre todas las cosas, y el espejo que nos muestra lo que hemos creado

Llave 2: Todo en nuestro mundo está conectado con todo lo demás

Llave 3: Para aprovechar la fuerza del mismo universo, debemos vernos a nosotros mismos como parte de él, en lugar de separados de él

Llave 4: Una vez que algo se ha juntado, estará siempre conectado, sin importar si continúa conectado físicamente o no

Llave 5: El acto de enfocar nuestra consciencia es un acto de creación. La consciencia crea!

Llave 6: Nosotros tenemos todo el poder que necesitamos para crear todos los cambios que nosotros elijamos!

Llave 7: El foco de nuestra atención se convierte en la realidad de nuestro mundo

Llave 8: Decir que simplemente nosotros elegimos una nueva realidad no es suficiente

Llave 9: Los sentimientos son el lenguaje que "entiende" la Matriz Divina. Siente como si tu objetivo ya se hubiera cumplido, y tus rezos ya hubiesen sido contestados

Llave 10: No alcanza simplemente con cualquier sentimiento. Aquellos sentimientos que crean deben ser sin ego ni juicio

Llave 11: En nuestra vida debemos convertirnos en aquello que elegimos experimentar como nuestro mundo

Llave 12: No estamos limitados por las leyes de la física como las conocemos hoy

Llave 13: En un "algo" holográfico, cada pieza de ese algo es un reflejo del algo completo

Llave 14: El holograma de consciencia universalmente conectado permite que en el instante en que creamos nuestros buenos deseos y rezos, ya han sido recibidos en su destino

Llave 15: A través del holograma de consciencia, un pequeño cambio en nuestras vidas es reflejado en todos los rincones del mundo

Llave 16: El número mínimo de personas requeridas para "encender" un cambio en la consciencia es MUCHO menos del 1% de la población

Llave 17: La Matriz Divina sirve como un espejo en nuestro mundo de las relaciones que nosotros creamos con nuestras creencias

Llave 18: La raíz de nuestras experiencias "negativas" se puede resumir en uno de los tres miedos universales (o combinación de los mismos): abandono, baja autoestima, o falta de fe-confianza

Llave 19: Nuestras creencias verdaderas son reflejadas en nuestras relaciones más íntimas

Llave 20: Debemos convertir nuestras vidas en aquello que queremos experimentar en nuestro mundo."

Fuente: Libro "La Matriz Divina" de Gregg Braden.

La atención consciente



"La atención consciente en el ahora es la llave Maestra que te va a permitir crear la vida que deseas. Sin ella, tu mente seguirá recreando los viejos patrones de pensamiento y las mismas reacciones emocionales, por tanto, de un modo inconsciente, seguirás recreando tu antigua vida.

La mente puede convertirse en un caballo salvaje que corre a toda velocidad, pero sin conducirnos a ninguna parte. Al menos, a ningún lugar donde experimentar más serenidad y armonía. La buena noticia es que podemos entrenarnos para observar nuestros procesos mentales con atención consciente.       De este modo, entraremos profundamente en el “aquí” y “ahora” y comenzaremos a llevar las riendas del caballo.

La mente va de un lado para otro, como un mono saltando de rama en rama. Si  nos dejamos arrastrar por los viejos patrones mentales emocionales, podemos entrar en emociones de baja frecuencia. En este estado es fácil encontrar obstáculos de distinta índole. Todos tenemos alguna experiencia de cómo nuestro estado interno de malestar encuentra eco “afuera” con dificultades y conflictos con otras personas.

Entrenándonos como observadores de nuestra propia realidad, a través de la atención consciente, podemos hacernos cargo de todos nuestros estados emocionales, sin miedo a sentir y no poder controlar lo que experimentamos.

La meditación es el gimnasio de la mente. Es un entrenamiento para cultivar la atención consciente. Al igual que hay muchos tipos de gimnasios y de entrenadores, también hay diferentes sistemas de meditación y de maestros. El objetivo común es entrenar la mente para estar cada vez más atentos a lo que sucede en el ahora, pero las formas varían y cada uno necesita encontrar la que se adapta mejor a su naturaleza.  Hay meditaciones en posición sentada y meditaciones en movimiento; hay prácticas con visualización, con mantras, con mudras, etc., etc.

El ejercicio de sentir tu respiración 2 minutos, es una de las meditaciones más zen-cillas que puedes realizar. Todo lo que se necesita para su práctica lo llevas puesto y puedes hacerla en cualquier parte. Cada vez que percibas que te desconectas de tus sensaciones en el momento presente, puedes volver aquí y ahora  a través de tu respiración. De este modo comenzarás a darte cuenta de la cantidad de veces que estás reaccionando en automático y podrás empezar a crear las respuestas que quieres para tu existencia. Tomarás conciencia también de la cantidad de pensamientos que produces preocupándote por un futuro que, de momento, no ha llegado, en lugar de ocuparte de construir la realidad que deseas experimentar.

Nuestra mente nos pertenece y podemos entrenarla. A veces escucho a alguna gente hablando de su mente como si la hubiese abducido un extraterrestre. Si tu cabeza está poblada de incesantes pensamientos que no te generan bienestar, recuerda: tu mente es tuya y puedes ejercitarla. Cuando te sientas a sentir tu respiración, cuando practicas la meditación, estás creando un estado de lucidez y calma mental. Así podrás observar todo lo que experimentas desapegadamente.

Cuida de concentrarte en la realidad que deseas, en lugar de hacerlo en lo que no deseas. Lo importante es en lo que te estás enfocando, donde estás sosteniendo tu atención. Nuestros “estados” son semillas que plantamos en el terreno fértil de todas las posibilidades. Así que, conviene enfocarse en lo que uno quiere experimentar.

Tenemos el poder de elegir nuestros pensamientos, y este poder está estrechamente ligado a la atención consciente de cada instante, respecto a lo que sucede en nuestro ser y en nuestro entorno."

Del libro:  El Arte de Crear tu Vida, de Ana Jaraba.

Las quejas y el resentimiento


"Renegar es una de las estrategias predilectas del ego para fortalecerse. Cada queja es una historia inventada por la mente y la creemos ciegamente. No importa si manifestamos nuestras quejas o si las pensamos en silencio. Algunos egos sobreviven fácilmente a base de lamentos únicamente, quizás porque no tienen mucho más con lo cual identificarse. Cuando somos presa de esa clase de ego, nos lamentamos habitualmente, en particular de los demás. Sin embargo, es algo que hacemos inconscientemente, lo cual significa que no sabemos lo que hacemos.

Aplicar rótulos mentales negativos a los demás, ya sea en su cara o cuando se habla de ellos, suele ser uno de los componentes de este patrón. Utilizar adjetivos ultrajantes es la forma más cruda de esos rótulos y de la necesidad del ego de tener la razón y triunfar sobre los demás: “idiota, perra, imbécil”, son pronunciamientos definitivos contra los cuales no hay argumento posible. En el siguiente nivel más bajo en la escala de la inconciencia están los gritos y las injurias, y bastante cerca, está la violencia física.

El resentimiento es la emoción que acompaña a las lamentaciones y a los rótulos mentales, refuerza todavía más al ego. El resentimiento equivale a sentir amargura, indignación, agravio u ofensa. Resentimos la codicia de la gente, su deshonestidad, su falta de integridad, lo que hace, lo que hizo en el pasado, lo que dijo, lo que no hizo , lo que debió o no hacer. Al ego le encanta. En lugar de pasar por alto la inconciencia de los demás, la incorporamos en su identidad. ¿Quién lo hace? Nuestra inconciencia, nuestro ego.

A veces, la “falta” que percibimos en otra persona ni siquiera existe. Es una interpretación equivocada, una proyección de una mente condicionada para ver enemigos en los demás y elevarse por encima de ellos. En otras ocasiones, la falta puede existir pero la amplificamos al fijarnos en ella, a veces hasta el punto de excluir todo lo demás. Y fortalecemos en nosotros aquello contra lo cual reaccionamos en otra persona.
No reaccionar al ego de los demás es una de las formas más eficaces no solamente de trascender el ego propio sino también de disolver el ego colectivo de los seres humanos. Pero solamente podemos estar en un estado donde no hay reacción si podemos reconocer que el comportamiento del otro viene del ego, que es una expresión de la disfunción colectiva de la humanidad. Cuando reconocemos que no es personal, se pierde la compulsión de reaccionar como si lo fuera.

Al no reaccionar frente al ego logramos hacer aflorar la cordura en los demás, es decir, oponer la conciencia incondicionada a la condicionada. En ocasiones quizás sea necesario tomar medidas prácticas para protegernos contra personas profundamente inconcientes. Y podemos hacerlo sin crear enemistad. Sin embargo, la mayor protección es permanecer en la conciencia. Una persona se convierte en enemiga cuando personalizamos la inconciencia de su ego. No reaccionar no es señal de debilidad sino de fuerza. Otra forma de expresar la ausencia de reacción es el perdón. Perdonar es pasar por alto o no reparar. No reparamos en el ego sino que miramos la cordura alojada en la esencia de todos los seres humanos.

Al ego le encanta quejarse y resentirse no solamente con respecto a otras personas, sino también a las situaciones. Lo mismo que se le hace a una persona se le puede hacer a una situación: convertirla en enemiga. La implicación siempre es: esto no debería estar sucediendo; no quiero estar aquí; no quiero tener que hacer esto; es una injusticia conmigo. Por supuesto el peor enemigo del ego es el momento presente, es decir la vida misma.

No se deben confundir las quejas con el hecho de hacer ver a una persona una deficiencia o un errore a fin que que pueda corregirlo. Y abstenerse de quejarse no significa tolerar la mala calidad o la mala conducta. No es cuestión del ego decirle a un mesero que la sopa está fría y que debe calentarse, siempre y cuando nos atengamos a los hechos, los cuales siempre son neutros. Renegar es decir “Como se atreve a traerme una sopa fria”. Hay allí un “yo” al cual le encanta sentirse personalmente ofendido por la sopa fría y que va a sacar el mayor provecho de la situación, un “yo” que disfruta cuando encuentra la falta en el otro. Las quejas a las cuales nos referimos están al servicio del ego, no del cambio. Algunas veces es obvio que el ego realmente no desee cambiar a fin de poder continuar quejándose.

Trate de atrapar a la voz de su mente en el momento mismo en que se queja de algo, y reconózcala por lo que es: la voz del ego, nada más que un patrón mental condicionado, un pensamiento. Cada vez que tome nota de esa voz, también se dará cuenta de que Ud. No es la voz, el pensador está en primer plano. Es así como usted Se libera del ego, de la mente no observada. Tan pronto como tome conciencia del ego que mora en usted, deja de ser ego para convertirse en un viejo patrón mental condicionado. El ego implica inconciencia. La conciencia y el ego no pueden coexistir. El viejo patrón o hábito mental puede sobrevivir y reaparecer durante un tiempo porque trae el impulso de miles de años de inconciencia colectiva, pero cada vez que se le reconoce se debilita."

Eckhart Tolle.

No culpes a otro...


"El resentimiento, las criticas, la culpa y el miedo causan más problemas que ninguna otra cosa. Ellos son las que provocan los principales desarreglos en nuestro cuerpo y en nuestra vida. Son sentimientos que se generan en el hecho de culpar a otros en vez de asumir la responsabilidad por nuestras propias experiencias.

Si somos responsables en un ciento por ciento de todo lo que nos sucede en la vida, entonces no hay nadie a quien podamos culpar.

Sea lo que fuere lo que esta sucediendo ahí fuera, no es más que un reflejo de lo que pensamos interiormente. No estoy perdonando el mal comportamiento de otras personas, pero son nuestras creencias lo que atrae a la gente que nos trata de esa manera.

Si se descubre diciendo que todos le hacen siempre tal o cual cosa, lo critican, no le ayudan jamas, lo tratan como a un felpudo y lo insultan, piense que eso es su modelo. En su mente hay alguna idea que atrae a las personas que exhiben ese comportamiento. Cuando deje de pensar de esa manera, se irán a otra parte a hacérselo a otro, porque usted ya no los atraerá.

He aquí algunos resultados de las pautas que se manifiestan en el nivel físico:

  • Un resentimiento largamente cultivado puede carcomer el cuerpo hasta convertirse en la enfermedad que llamamos cáncer.
  • Con frecuencia, el habito permanente de la crítica conduce a la aparición de artritis.
  • La culpa siempre busca el castigo, y el castigo provoca dolor.
  • La tensión que el miedo produce puede provocar afecciones como la calvicie, ulceras e incluso llagas en los pies.

He comprobado que al perdonar y renunciar al resentimiento se puede disolver incluso el cáncer.

Esto puede parecer simplista, pero es algo que he visto y he experimentado personalmente."

Louise L. Hay

Confía en ti mismo



"Aprender a confiar puede ser difícil al principio. Será un ejercicio inútil si te basas en tu mente para crear confianza. Ello se debe a que la mente funciona sobre problemas materiales mediante la interpretación de datos sensoriales. Al volverse hacia las cuestiones espirituales, la mente intenta encontrar respuestas intelectuales mediante la utilización de pruebas, razonamiento lógico y teórico. Exige garantías y pruebas para establecer resultados tangibles.

En contraste, el método del corazón, centrado en la comprensión espiritual, supone un reconocimiento intuitivo del valor del amor. Mientras que la mente trata de conocer el espíritu estableciendo condiciones lógicas que deben satisfacerse para que se produzca una liberación de amor, el corazón emplea como método el amor intuitivo. El corazón confía en la sabiduría interior que siente y conoce espontáneamente, mientras que la mente exige pruebas científicas para poder confiar.

La vida espiritual no depende de la acumulación de información intelectual. La espiritualidad necesita del suelo fértil de los sentimientos que aporta la dimensión de lo invisible. Es imperativo confiar en el espacio de tu corazón para el crecimiento de una vida espiritual sana.

Eso significa cultivar una armonía entre mente y corazón y, para la mayoría de nosotros, eso supone a su vez terminar con la dominación del intelecto. La mente tiene que rendir su papel como juez permanente y permitir que el corazón contribuya con su sabiduría. Es este proceso de rendimiento el que permite que la confianza empiece a florecer, para sustituir a la duda."

Wayne Dyer
De su libro: "Construye tu destino"

Filosofía de Edward Bach


La filosofía que acompaña a la medicina del Dr. Edward Bach juega un importantísimo papel en la terapia floral. En ella, la espiritualidad desempeña un papel predominante en la curación de la enfermedad. Es esa gran visión de lo espiritual lo que convierte a la terapia floral de Bach en una medicina absolutamente holística y natural, pues abarca todos los aspectos del ser humano de una manera absolutamente simple y de acuerdo a las leyes de la naturaleza, sin artificios, manipulaciones ni agresiones de ningún tipo, respetando absolutamente toda ley y todo proceso natural.

El concepto holista de salud, enfermedad y curación, emana de la perfecta unidad de toda vida y de la absoluta singularidad de todos los sistemas existentes en ella. Cada uno de nosotros realiza un viaje único por la vida, irrepetible, y nuestro estado de salud nos indica en qué punto de este viaje nos encontramos de momento. Cada síntoma de enfermedad, sea física, anímica o mental, nos proporciona un mensaje específico que vale la pena reconocer, aceptar y aprovechar para nuestro viaje por la vida.

Desde este punto de vista, el sistema de las flores de Bach se puede calificar como "curación mediante la rearmonización de la conciencia". En los puntos de conexión de nuestra personalidad, en los que la energía vital fluye por conductos equivocados o está bloqueada, nos pone de nuevo en contacto armónico con nuestra totalidad, con nuestra verdadera fuente de energía.

Heal Thyself (Cúrese usted mismo: "Una explicación de la causa real y de la curación de la enfermedad") es la expresión de la filosofía de Edward Bach. En este libro el Dr. Edward Bach nos plantea un tema fundamental: la necesidad de combatir las causas y no los resultados de una enfermedad. Los resultados son lo observable, el problema en cuestión, pero descubrir las causas que los originan es una tarea extremadamente difícil y un complicado viaje de descubrimiento interior para quien decide emprenderlo.

Bach nos explica entonces que el origen de la enfermedad, al no ser material, es imposible erradicarlo a través de medios materiales que aborden únicamente al cuerpo físico del enfermo. Y define a la enfermedad como "el resultado de un conflicto entre el Alma y la Mente". A su vez considera a la enfermedad como un beneficio, ya que si se la interpreta correctamente servirá como guía para corregir nuestros defectos esenciales. Y dice así:

“La enfermedad no es una crueldad ni un castigo, sino sólo y únicamente un aviso: es un instrumento del que se sirve nuestra propia alma para mostrarnos nuestros errores, prevenirnos de otros e impedirnos cometer más daños, para devolvernos al camino de la verdad y de la luz, del que nunca deberíamos habernos apartado.”

Para comprender el profundo mecanismo de la enfermedad, nos habla entonces de lo que él denomina "verdades fundamentales", que son:

1) “El ser real del hombre es su alma y el cuerpo físico aunque es sólo su templo terrenal es el lugar donde reside en esta tierra. Y al ser nuestra alma una chispa del Todopoderoso, es invencible e inmortal.”

2) “La meta de nuestra existencia es obtener todo el conocimiento y toda la experiencia posible que no lleve a perfeccionar nuestra naturaleza y espíritu. El Alma sabe que entorno y que circunstancias nos permitirán lograrlo mejor, y por tanto, nos sitúa en esa rama de la vida más apropiada para nuestra meta.”

3) “Nuestro paso por la tierra no es más que un momento en el curso de nuestra evolución. Nuestro nacimiento está lejos de ser nuestro principio y nuestra muerte está lejos de ser nuestro final. Nuestras almas, que son nuestro auténtico ser, son inmortales.”

4) “Mientras nuestra alma y nuestra personalidad están en buena armonía todo es paz y alegría, felicidad y salud. Cuando nuestras personalidades se desvían del camino trazado por el alma o bien por nuestros deseos mundanos o por la persuasión de otros surge el conflicto. Ese conflicto es la raíz, causa de enfermedad e infelicidad. Cualquiera que sea la posición en la que nos encontremos contiene esta posición las lecciones y experiencias necesarias para ese momento de nuestra evolución, y nos proporciona las mayores ventajas para el desarrollo de nuestro ser.”

5) “Comprensión de la Unidad de todas las cosas. Todo aquello de lo que tenemos conciencia es en su infinito número de formas una manifestación de ese Amor. Podemos darnos una idea de esta concepción pensando en nuestro Creador como en un sol resplandeciente y de cuyo centro irradian infinitos rayos en todas las direcciones, y que nosotros y todos aquellos de los que tenemos conciencia son partículas que se encuentran al final de esos rayos, enviadas para lograr experiencia y conocimiento, pero que en última instancia, han de retornar al gran centro. Y aunque cada rayo nos parezca aparte y distinto, forma en realidad parte del gran sol central.

La separación es imposible, pues aunque cada rayo tenga su individualidad, forma parte, sin embargo, del gran poder creativo central. Así cualquier acción contra nosotros mismos o contra otros afecta a la totalidad.” Y los conceptos de salud y enfermedad los define así:

“La salud: Si la personalidad pudiera obrar perfectamente al uní¬sono con su alma, que a su vez es parte de la Gran Unidad, el hombre viviría en perfecta armonía. Si la energía de la Creación Universal Divina se pudiera expresar a través del alma y el Yo Su¬perior en la personalidad, nosotros, los seres humanos, seríamos fuertes, sanos y felices como partes del gran campo energético cósmico en armoniosa vibración.”

“La enfermedad: Dondequiera que la personalidad no esté li¬gada a través de su alma al gran campo de energía cósmica, y que no vibre con él al unísono, reina perturbación, congestión, fric¬ción, distorsión, desavenencia, pérdida de energía. Estos estados avanzan desde su forma atenuada hasta la más exacerbada y se manifiestan al principio como disposiciones de ánimo negativas y luego como enfermedades corporales.

La enfermedad corporal cumple la misión de un último aviso.” Por tanto, según Edward Bach, la verdadera causa de enfermedad se halla, en definitiva, en dos errores fundamentales.

El primer error: la personalidad no actúa en armonía con su alma, ya que vive en la ilusión de estar separada.

El segundo error: la personalidad atenta contra el “principio de la unidad». Y por esto entiende sobre todo que la personalidad atenta contra el principio de la unidad cuando trata de imponer su voluntad a otro ser.

El principio terapéutico de Edward Bach A diferencia de casi todos los demás sistemas occidentales, Bach parte en su diagnóstico de la ley del alma, o sea, de un dominio superior de causas. En su diagnóstico, Edward Bach no se orienta por los síntomas negativos, Estos estados anímicos negativos no se combaten como si fueran síntomas, ya que de este modo se los mantendría energéticamente, sino que se los inunda de vibraciones energéticas armónicas superiores, lo cual, como dice Bach, hace que "se derritan como nieve al sol". ¿Cómo podemos hacernos una idea de esto? Las flores utilizadas por Bach provienen, como él dice, "de determinadas plantas de un orden superior".

Cada una de ellas materializa un determinado dictado del alma o vibra, expresado energéticamente, en una determinada frecuencia de oscilación. Cada uno de estos dictados del alma "vegetal" coincide con un determinado dictado del alma en el hombre así como con una determinada frecuencia energética en el campo de energía humano. En el alma humana están contenidos los treinta y ocho dictados del alma de las flores de Bach como dictados, potenciales energéticos, virtudes o chispas divinas. Si en un determinado dictado del alma humana o potencial energético existe un conflicto entre las intenciones del alma y de la personalidad, allí la frecuencia de la vibración en el campo energético se distorsiona de una manera no armónica y se retarda.

Esta distorsión influye sobre todo en el campo energético humano, o mejor dicho afecta al estado anímico total del individuo. Según palabras de Edward Bach, se produce un estado de ánimo o estado afectivo negativo. Sobre el efecto de sus esencias de flores Bach escribió en 1934: “A través de su alta vibración, determinadas flores, arbustos y árboles silvestres de un orden superior, tienen el poder de aumentar nuestras vibraciones humanas y dejar expeditos nuestros canales a los mensajes de nuestro Yo espiritual, inundar nuestra personalidad con las virtudes que nos son necesarias y de este modo lavar los defectos (de carácter) que causan nuestros males.

Como la buena música u otras cosas grandiosas, capaces de inspirarnos, están en condiciones de elevar nuestra personalidad y acercamos más a nuestra alma. De este modo nos brindan paz y nos liberan de nuestros padecimientos. No curan atacando directamente la enfermedad, sino invadiendo nuestro cuerpo con las bellas vibraciones de nuestro Yo Superior, ante cuya presencia la enfermedad se derrite como nieve al sol. No hay una auténtica curación sin un cambio en la orientación de vida, sin paz en el alma y la sensación interior de felicidad.”

jueves, 8 de noviembre de 2012

Vivir en la mentira...

El drama en nuestra vida entra en primera instancia por no creer en nosotros mismos, no creer de ser capaces de: "..."

Nos creemos que no somos como "deberíamos ser", guardando esa imagen falsa que se ha creado de nosotros mismos, que nos ha sido dada por cultura, creencias, juicios emitidos, etiquetas y pare de contar. La imagen que tenemos de nosotros mismos, con muy pocas excepciones, no es del todo real. Gran  parte de ella la hemos elaborado a partir de un caudal de información recopilada de nuestro entorno.

Nacemos perfectos y altamente motivados al logro, sólo basta observar a un bebé, llora por lo que
necesita o desea, utilizando el llanto como medio de comunciación. Si tiene hambre no parará
hasta lograr su objetivo, si hay que cambiarle de ropa, si algo le duele, si siente calor o frío... Al final obtiene la atención que requiere y satisface su necesidad.

Luego de un tiempo comienzan a estructurarnos, a etiquetarnos, a modelar nuestra forma de expresarnos, hasta lograr la estructura de mentira en la que nos desenvolvemos y actuamos, afianzándola día a día, pues es sabido que para sostener una mentira en la mayoría de los casos requerimos de otra y otra... Sin querer decir con esto que es culpa de nuestros padres, ni de las personas que nos rodean, ellos también fueron entrenados de igual forma.

Cómo esta estructura es la conocida por nosotros, volcamos toda nuestra Fe en élla. La alimentamos y cuidamos, reforzándola a cada paso. Incapaces siquiera de pensar en romperla, cambiarla, modificarla! De ser así, perderíamos entonces el piso que nos sostiene, el aparente "equilibrio" no sería más; entraríamos en pánico y perderíamos el sentido de la vida.

De ahí, que exista un gran conflicto entre la mente y la verdad, como menciona don Miguel Ruiz en su libro "La voz del conocimiento": "... El resultado de creer en la verdad es la bondad, el amor, la felicidad. El resultado de creer y de defender las mentiras es la injusticia y el sufrimiento: no sólo en la sociedad, sino también en los individuos."

Hemos aprendido que donde pongamos nuestros pensamientos-emociones-acciones lo haremos materializarse en nuestra vida, estemos conscientes de ello o no, el cerebro no discrimina, sólo cumple con lo requerido. Comenzar a deshacernos de esas estructuras que nos han mantenido aprisionados por años nos brindará nuevas experiencias, nos enrenaremos en nuevas formas de pensar-sentir-actuar, crearemos nuevas conexiones neuronales, fortaleceremos nuestro Ser Interno. Si pensamos-sentimos-actuamos bondadosamente con nosotros mismos, comenzando a limpiar las telarañas que ocultan nuestra verdad, ventilando esos cuartos oscuros del alma, escuchando nuestra música interna, dejándonos dirigir por la Divinidad en nosotros; paso a paso iremos "abriendo los ojos" ante la verdad pura y simple de nuestro Ser, sin tantas complicadas estructuras, sin tantas poses, sin la necesidad de actuar de alguna manera para ser aceptados, sin sentir la necesidad de juzgarnos o castigarnos. La verdad es amor, el amor todo lo puede; así entonces, andando en el camino del amor, difícilmente podemos herirnos o herir a otros.

Sé consciente de la necesidad de atreverte a vivir desde el Ser; aceptando los distintos  estadios del alma, experimentando las emociones que cada uno de ellos nos deja, ampliando  nuestros horizontes, dejando que nuestro Ser Interior fluya con el todo. Esta es una aventura, en ella nos encontraremos con situaciones diversas que no conocemos, que son parte de nuestro aprendizaje, algunas nos atemorizarán otras nos sonarán divertidas, todas y cada una de ellas son necesarias. La vida no es monocromática, existen en ella multiplicidad de sabores, olores, texturas...

Es igual en el trayecto de vida, se nos presentarán multiplicidad de situaciones y experiencias que contribuirán a nuestro crecimiento. No hacer un drama de cada experiencia nos permitirá atravesarla de forma consciente; logrando con este tránsito imprimirla en la consciencia y grabarla como "aprobada" en este entrenamiento del alma. Fácil? Pues no. Pero si es posible a medida que vayamos fortaleciéndonos y redescubriéndonos.

Sólo siendo nosotros mismos, volviendo a nuestra esencia, sólo entonces alcanzaremos la PAZ y el desarrollo de nuestro SER! Recuerda: Ya somos seres espirituales, en este instante estamos viviendo una travesía terrenal de entrenamiento. Atrévete, es parte de lo venimos a hacer, mantente en el aquí y ahora!

Un gran abrazo de alma a alma!
Besos!
Tammy.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Buscando un Refugio Interior

"Desde el punto de vista budista, la mente de una persona común está debilitada y distorsionada por la fuerza de los errores y los conflictos emocionales que acarrea en sí misma. Por esta debilidad y distorsión es incapaz de ver las cosas tal y como ellas son. Lo que percibe es una visión deforme y determinada por sus propias neurosis emocionales y sus prejuicios.

El propósito del budismo, como religión, es eliminar de la mente esos elementos distractivos y facilitar así, una percepción válida. Mientras que tales elementos distorsionantes no hayan sido arrancados de raíz , la percepción de la persona siempre estará empañada. Pero una vez que los errores sean eliminados, el individuo entrará en un estado en el que la realidad es percibida siempre tal y como es. Entonces, al existir la mente en perfecta sabiduría y liberación, el cuerpo y la palabra fluyen de un modo perfectamente positivo y natural.

Los tibetanos somos afortunados por haber nacido en una sociedad donde el conocimiento espiritual, estaba al alcance y era altamente apreciado. Sin embargo, por el hecho de haber nacido en un medio así, quizá algunas veces lo dimos como garantizado. El mismo Buda dijo: "comprueba mis enseñanzas como un mercader de oro analiza antes de aceptarlo y comprarlo". El Buda enseñó durante un largo tiempo a gentes de todo tipo y nivel de inteligencia. Consecuentemente, cada una de sus enseñanzas debe ser cuidadosamente calibrada en su significación para determinar si es cierta literalmente, o sólo en circunstancias particulares o a seres de limitado entendimiento. Aceptar cualquier doctrina o aspecto de ella sin analizarla será como construir un castillo sobre hielo. Haciéndolo así, la práctica de la persona permanecerá siempre inestable y carecerá de la fuerza y profundidad necesaria.

También es un error practicar sin un entendimiento y conocimiento de la doctrina. El practicante debe saber muy bien lo que hace y por qué lo hace. Aquellos que somos monjes o monjas, y que dedicamos nuestra vida entera la práctica del Dharma (enseñanzas del Buda), debemos ser muy cuidadosos en practicar inmaculadamente. La Sangha (comunidad de practicantes) es muy importante para la estabilidad de la doctrina, por lo tanto, debemos hacer todo lo posible para emular al mismo Buda.

Cualquiera que considere la posibilidad de ordenarse, debe, en primer lugar, pensarlo muy bien; no hay necesidad alguna de hacerse monje, para convertirse en un monje inferior. La Sangha tiene responsabilidad de ser la encarnación de los preceptos. Si lo que en el fondo se desea es continuar viviendo la vida ordinaria, es mejor no hacerse monje, dejar la ordenación para aquellos de mayor inclinación espiritual y practicar simplemente como un laico lo mejor que se pueda.

Todas las religiones del mundo son parecidas, en cuanto que proveen los métodos para cultivar los aspectos positivos de la mente y eliminar los negativos. El budismo es una religión de un carácter particular, de un especial sabor, debido a que, habiéndose desarrollado en la India, cuando ésta era un país de un elevado nivel espiritual y filosófico, presenta tanto un abanico completo de ideas espirituales, como métodos de aproximación racional al desarrollo del espíritu.

Esto es particularmente importante en nuestra era, en la que se concede a la mente racional tal relevancia. Debido a esta faceta de racionalidad, el budismo encuentra muy poca confrontación con el mundo moderno. En verdad, muchos de los hallazgos de la ciencia moderna, tales como los de la física nuclear, que son considerados como nuevos descubrimientos, han sido debatidos hace mucho tiempo en las antiguas escrituras budistas. Debido a que el último consejo de Buda fue que no aceptaran nada por la simple fe, sino mediante la investigación racional. Así el mundo budista ha mantenido muy vivo, dentro de su ámbito, el espíritu de investigación.

Que una persona sea budista o no, viene determinado por si ha tomado refugio o no en las Tres Joyas Budistas (El Buda, El Dharma y La Sangha -la comunidad de practicantes-) de una forma pura, desde lo más profundo de su corazón. Por el mero hecho de recitar oraciones budistas, jugar con rosarios mántricos o caminar alrededor de los templos, no se es budista. Incluso un mono puede ser adiestrado en estas cosas. El Dharma es una cuestión de mente, de espíritu, no de actividades externas. Es por esto que para ser budista, uno debe entender exactamente lo que son las tres Joyas: El Buda, el Dharma y la Sangha, y cómo se relacionan con la propia vida espiritual. Se dice, que el Buda es el maestro, el Dharma es camino y la Sangha los compañeros espirituales que ayudan a recorrerlo.

De estos tres, el más importante para nosotros como individuos, es el Dharma, porque en última instancia sólo nosotros podemos ayudarnos a nosotros mismos. Nadie puede alcanzar la Iluminación por nosotros o cedérnosla. La Iluminación llega para aquellos que practican bien el Dharma, para los que toman el Dharma y lo aplican en el desarrollo de su propio continum mental. De las tres Joyas, es el Dharma el refugio último. Escuchándolo, reflexionando y meditando, nuestras vidas pueden devenir una con él y la Iluminación puede ser una posibilidad inmediata.

La mente de una persona ordinaria es indisciplinada y descontrolada. Para ser capaces de enfrentarnos a prácticas budistas más elevadas, tales como el desarrollo del samadhi o la visión profunda de la vacuidad, o comprometernos en los métodos yóguicos de los diferentes sistemas tántricos, debemos, primeramente, desarrollar una mente disciplinada. Con refugio y autodisciplina como bases, podremos fácilmente desarrollar una experiencia progresiva en prácticas dhármicas más elevadas. Sin un fundamento de disciplina, las prácticas elevadas no fructificarán. Todos desean practicar las técnicas más elevadas, pero debemos preguntarnos si antes hemos dominado los prerrequisitos elementales, como la disciplina. El objetivo del Refugio es transformar a la persona ordinaria en un Buda. Una vez que esto se ha conseguido, el propósito del refugio ha sido cumplido. En el momento en que nuestra mente deviene Buda, nuestra palabra se convierte en el Dharma y nuestro cuerpo en la Sangha.

La esencia del Dharma es el desarrollo de la mente, ya que todo el Karma negativo y positivo acumulado mediante las acciones de la palabra, el cuerpo, es originado y dirigido por la mente. Si no desarrollamos una alerta consciente de nuestros procesos mentales y la habilidad de cortar las tendencias negativas del pensamiento en el momento mismo en que nacen, veinte años de meditación en una cueva remota serán de muy poco valor. Antes de la cueva, debemos buscar las buenas actitudes mentales y desarrollar la capacidad de vivir de acuerdo con el Dharma. Solamente entonces nuestro retiro en la cueva remota será mejor que al hibernación de un oso. Aquellos que hablan de retiros tántricos mientras que las diez acciones positivas, fundamento del Dharma, están aún remotas, no hacen sino reírse de ellos mismos.

Como humanos somos capaces de obtener la Iluminación en una sola vida. Sin embargo, la vida es corta y la mayor parte de elle ha pasado ya. Debemos preguntarnos cuánto hemos progresado espiritualmente. La muerte puede llegarnos en cualquier momento, y cuando llegue habremos de dejar atrás todo excepto las huellas mentales que nuestras acciones han dejado. Si hemos practicado el Dharma en nuestra existencia, hemos tratado de vivir con las directrices Dhármicas o hemos obtenido realizaciones espirituales, esa energía estará ahí con nosotros. Si por el contrario, nuestra existencia ha sido empleada en la negatividad, la consciencia viajará a mundos futuros y estará inmersa en pensamientos negativos y memorias obsesivas de nuestras andanzas samsáricas.

Ahora que tenemos todavía el poder de practicar el Dharma, debemos hacerlo pura e intensamente. La práctica del Dharma trae la paz para nosotros y para los que nos rodean, e incluso aunque no alcancemos la Iluminación en esta vida, nos proporcionará la joya que satisface todos los deseos, que puede ser llevada a las vidas futuras y ayudarnos en el camino espiritual.

En última instancia, el futuro está en nuestras manos. La mayoría de las personas hacen los planes más fantásticos para mañana, la semana que viene o el próximo año, pero lo que verdaderamente cuenta es practicar el Dharma aquí y ahora. Si se hace esto, todos los planes serán llevados a cabo. Cuando cultivamos hoy la actividad virtuosa, la ley de la originación dependiente asegura que una corriente de cambio positivo se pone en marcha. Esa es la preciosa característica de la vida humana. La humanidad es capaz de influir dinámicamente en su propio estado futuro mediante la aplicación de la sabiduría discriminativa a todas las actividades del cuerpo, la palabra y la mente. Usar y desarrollar esa sabiduría que distingue correctamente es extraer la esencia misma de la vida humana."

S.S. XIV Dalai Lama Tenzin Gyatso

El Anam Cara

"La tradición celta posee una hermosa concepción del amor y la amistad. Una de sus ideas fascinantes es la del amor del alma, que en gaélico antiguo es anam cara, «Anam» significa «alma» en gaélico, y «cara»  es «amistad». De manera que «anam-cara» en el mundo celta es el «amigo espiritual». En la iglesia celta primitiva se llamaba anam cara  a un maestro, compañero o guía espiritual. Al principio era un confesor» a quien uno revelaba lo más íntimo y oculto de su vida. Al anam cara se le podía revelar el yo interior, la mente y el corazón. Esta amistad era un acto de reconocimiento y arraigo. Cuando uno tenía un anam cara, esa amistad trascendía las convenciones, la moral y las categorías. Uno estaba unido de manera antigua y eterna con el amigo espiritual. Esta concepción celta no imponía al alma limitaciones de espacio ni tiempo. El alma no conoce jaulas. Es una luz divina que penetra en ti y en tu otro. Este nexo despertaba y fomentaba una camaradería profunda y especial. Juan Casiano dice en sus Colaciones  que este vínculo entre amigos es indisoluble: «Esto, digo, es lo que no puede romper ningún azar, lo que no puede cortar ni destruir ninguna porción de tiempo o de espacio; ni siquiera la  muerte puede dividirlo».

En la vida todos tienen necesidad de un anam cara, un «amigo espiritual». En este amor eres comprendido tal como eres, sin máscaras ni pretensiones. El amor permite que nazca la comprensión, y ésta es un tesoro invalorable. Allí donde te comprenden está tu casa. La comprensión nutre la pertenencia y el arraigo. Sentirte comprendido es sentirte libre para proyectar tu yo sobre la confianza y protección del alma del otro. Pablo Neruda describe este reconocimiento en un bello verso: «Eres como nadie porque te amo». Este arte del amor revela la identidad especial y sagrada de la otra persona. El amor es la única luz que puede leer realmente la firma secreta de la individualidad y el alma del otro. En el mundo original, sólo el amor es sabio, sólo él puede descifrar la identidad y el destino.

El anam cara es un don de Dios. La amistad es la naturaleza de Dios. La idea cristiana de Dios como Trinidad es la más sublime expresión de la alteridad y la intimidad, un intercambio eterno de amistad. Esta perspectiva pone al descubierto el bello cumplimiento del anhelo de inmortalidad que palpitaba en las palabras de Jesús: «Os llamo amigos». Jesús, como hijo de Dios, es el primer Otro del universo; es el prisma de toda diferencia. Es el anam cara secreto de todos los individuos. Con su amistad penetramos en la tierna belleza y en los afectos de la Trinidad. Al abrazar esta amistad eterna nos atrevemos a ser libres. En toda la espiritualidad celta hay un hermoso motivo trinitario. Esta breve invocación lo refleja:

Los Tres Sacrosantos, mi fortaleza son, que
vengan y rodeen mi casa y mi fogón.

Por consiguiente, el amor no es sentimental. Por el contrario, es la forma más real y creativa de la presencia humana. El amor es el umbral donde lo divino y la presencia humana fluyen y refluyen hacia el otro."

John O'Donhue, de su libro "El Anam Cara".

martes, 6 de noviembre de 2012

Cómo contactar con tu Ser Superior?


Cada uno de nosotros está conectado con lo Divino. El Ser Superior que está dentro de nosotros trasciende por mucho la comprensión de nuestras mentes conscientes. Este es el poder al que han accedido todos los grandes genios y maestros. También es el espacio de la magia y los milagros en nuestras vidas. A continuación algunas sugerencias que te servirán como pasos iniciales en el camino que te llevará a hacer contacto con tu Divinidad. Primero y lo más importante: Creer que tienes un Ser Superior con quién establecer comunicación! Entonces ten la FE de que esta comunicación mejorará cada día, conforme te enfocas diligentemente en el crecimiento interno. Sin estos dos prerrequisitos esenciales, es difícil lograr cualquier cosa en la vida, incluso en el nivel físico. Estas dos cualidades son esenciales para el crecimiento interno. Así que establece una meta para lograr contactar con el Ser Superior, revisa esa meta diariamente y mantén tu propósito con determinación hasta que el éxito sea tuyo.

Transforma Tu Visión del Mundo
Somos educados principalmente con una visión materialista del mundo, que niega el papel del Espíritu. Para establecer un contacto cercando con los reinos espirituales, necesitamos que todo nuestro ser – consciente y subconsciente – sea congruente con nuestra meta. En cualquier actividad o meta principal, tienes que establecer las reglas del juego y la forma como se juega. Contactar con tu Ser Superior es lo mismo. Por lo tanto, busca escritos o maestros que expandan tu comprensión del universo, fundamentalmente como un reino de Consciencia y Mente, busca en tu interior.

Soledad
Busca regularmente tiempo para ti, en el cual puedas estar totalmente solo. Es preferible un lugar tranquilo. Simplemente siéntate en silencio sin expectativas. No hagas NADA. Esto puede parecer muy incómodo y extraño al principio. Persiste. Le estás dando tiempo y espacio a la voz interna para que se haga escuchar. Lo hará ya sea durante ese tiempo tranquilo, o durante los eventos del día. Ocurrirá un evento sincrónico, alguien te dirá exactamente lo que necesitas escuchar, vas a obtener un destello de intuición. Todos los grandes genios de la historia se han dado un tiempo regular de soledad y silencio para sí mismos. Tu también deberías.

Meditación
En la meditación, trabajas para disciplinar tu mente y para silenciar la charla interna que siempre la llena. Creas un recipiente puro para que lo llene el Ser Superior. Seguir tu respiración es una disciplina de meditación excelente, como lo es concentrarse en una flama. O visualizar una esfera dorada de luz en tu Plexo Solar que llena todo tu cuerpo con energía y curación. Hay muchas prácticas que puedes estudiar y usar; documéntate en temas relacionados con los chakras y sus funciones, por ejemplo.

Diario
Registra tus sentimientos, emociones, sueños e intuiciones todos los días en un diario. Esto te ayudará a entrar en un contacto más estrecho con tus profundidades intuitivas. Puedes hacerle preguntas a tu Ser Superior aquí, y después registrar cualquier respuesta o intuición que recibas. Si haces esto regularmente con fe y expectativa, recibirás las respuestas que necesitas.

Diálogo Interno
Conduce un diálogo interno regular con tu Ser Superior. Durante los próximos 40 días, decide mantenerte en contacto todo el día. Dile a tu Ser Superior “Yo se que estás allí y quiero conocerte y ponerte atención. Por favor comienza a guiar mi vida”. No te preocupes si este diálogo es enteramente en un solo sentido al principio. Recuerda que has estado fuera de contacto durante décadas. ¡Toma tiempo limpiar las telarañas! Persiste con este diálogo interno como si hablaras con un amigo, platicando, haciéndole preguntas, compartiendo tus esperanzas comienza a escuchar las respuestas. Llegarán.

Lecciones de la Vida
Ve la vida como una Escuela de Misterio. Cree que todos los eventos de tu vida, las situaciones y las personas, han sido estructurados precisamente con el fin de enseñarte exactamente lo que necesitas saber ahora. ¡Toma la vida como si toda la creación estuviera conspirando para tu beneficio! Cuando algo suceda en tu vida, para bien o para mal, pregúntate cuál es la lección para ti. Incluso situaciones o personas desagradables han sido colocadas deliberadamente allí como un reto que te ayude a crecer. Al comenzar a ver tu vida como una obra en la que tu estás jugando el papel principal, el Ser Superior se volverá mucho más evidente en tu vida. Registra tus descubrimientos en tu diario. Permanece atento a tu aquí y ahora y a toda situación que se presente ante ti.

Sueños
Espera que tu Ser Superior te hable en sueños. Antes de dormir has algunos estiramientos y relaja tu cuerpo completamente. Pregúntale algo a tu Ser Superior y espera la respuesta. Cuando te levantes, recuerda lo que puedas de tus sueños y escríbelos en tu diario. Si no estás acostumbrado a recordar tus sueños, esto te tomará tiempo y persistencia. Probablemente te despiertes en la madrugada y es un tiempo excelente para documentar tus experiencias oníricas. Con paciencia, comenzarás a recordar tus sueños y recibirás respuestas de tu Ser Superior.

Conciencia
Enfócate en vivir más y más en el presente, en el ahora. Cuando estés comiendo, sé consciente de que estás comiendo. Cuando camines, enfócate en que estás caminando. El único momento real es el ahora –el pasado se ha ido para siempre y el futuro todavía no ha llegado. Por lo tanto, trabaja en limpiar tu mente de preocupaciones, ilusiones y extrapolaciones. Limpia el desorden de la mente y crea un espacio para que lo llene el Ser Superior. Recuerda que para llenar la taza antes hay que vaciarla.

¡Paciencia!
Recuerda, puedes haber pasado toda tu vida sin contactar con la Fuente. Por lo tanto, toma tiempo aprender como restablecer contacto. Todo lo que vale la pena toma tiempo y práctica. Permanece vigilante y practica estos pasos cada día, y vas a recibir las respuestas que necesitas. Recuerda: El Ser Superior quiere estar en contacto. De hecho, el simple hecho de hablar de él como alguien separado de ti es contradictorio. ¡El Ser Superior eres tu! Tu verdadero ser. ¡Así que ponte en contacto contigo!

Así que manos a la obra, hoy es un excelente momento para comenzar el contacto, los beneficios que obtendrás no se harán esperar!!!

Te quiero!!!

lunes, 5 de noviembre de 2012

El amor es la naturaleza del alma


"El alma necesita amor con tanta urgencia como el cuerpo necesita oxígeno. El alma alcanza su plenitud en la calidez del amor. Todas las posibilidades de tu destino humano duermen en tu alma. Existes para cumplir y honrar estas posibilidades. Cuando el amor entra en tu vida, las dimensiones ignotas de tu destino despiertan, florecen y crecen. La posibilidad es el corazón secreto del tiempo. Sobre su superficie exterior, el tiempo es vulnerable a la transitoriedad. Cada día, triste o bello, se agota y se desvanece. En su corazón más profundo, el tiempo es transfiguración. Tiene en cuenta la posibilidad y se asegura de que nada se pierda u olvide.
 
Aquello que parece desvanecerse en su superficie, en realidad se transfigura y aloja en el tabernáculo de la memoria. La posibilidad es el corazón secreto de la creatividad. Martín Heidegger habla de la «prioridad ontológica» de la posibilidad. En el nivel más profundo del ser, la posibilidad es la madre y a la vez el destino transfigurado de lo que llamamos hechos y sucesos. Este mundo callado y secreto de lo eterno es el alma. El amor es la naturaleza del alma. Cuando amamos y permitimos que se nos ame, habitamos cada vez más el reino de lo eterno. El miedo se vuelve coraje, el vacío deviene plenitud y la distancia, intimidad.

El amor es nuestra naturaleza más profunda; consciente o inconscientemente, todos buscamos el amor. Con frecuencia elegimos caminos falsos para satisfacer esta sed profunda. La concentración excesiva en nuestro trabajo, logros o búsqueda espiritual puede alejarnos de la presencia del amor. En la obra del alma, nuestras falsas urgencias pueden despistarnos por completo. Lejos de ir en busca del amor, sólo debemos quedamos quietos y esperar que el amor nos encuentre. Algunas de las palabras más bellas sobre el amor se encuentran en la Biblia. La epístola de San Pablo a los corintios es hermosísima: «El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor». Otro versículo de la Biblia dice: «El amor perfecto aleja el miedo». 

Umbra nihili

En un universo vasto que a veces parece siniestro e indiferente a nosotros, necesitamos la presencia y el abrigo del amor para transfigurar nuestra soledad. Esta soledad cósmica es la raíz de nuestra soledad interior.

Nuestra vida, todo lo que hacemos, pensamos y sentimos está rodeado por la Nada. De ahí que sea tan fácil atemorizarnos. El Maestro Eckhart dice que la vida humana se encuentra bajo la sombra de la Nada, sub umbra nihili.

Sin embargo, el amor es la hermana del alma, su lenguaje más profundo y su presencia. En el amor, a través de su calor y creatividad, el alma nos protege de la desolación de la Nada. No podemos llenar nuestro vacío con objetos, posesiones o personas. Debemos avanzar más profundamente en ese vacío para encontrar debajo de la Nada la llama del amor que nos aguarda para darnos calor.

Nadie puede herirte tan profundamente como tu ser amado. Cuando admites al Otro en tu vida, abres tus defensas. Aun después de años de convivencia, tu afecto y confianza pueden sufrir una decepción. La vida es peligrosamente imprevisible. La gente cambia, a veces de manera drástica y repentina. El resentimiento y el rencor desplazan el arraigo y el afecto.

Toda amistad atraviesa en algún momento el valle negro de la desesperación. Esto pone a prueba tu afecto en todos sus aspectos. Pierdes la atracción y la magia. El sentimiento mutuo se vuelve sombrío, la presencia hiere. Si eres capaz de atravesar este tiempo, tu amor puede emerger purificado, despojado de la falsedad y las carencias. Te llevará a otro terreno donde el afecto puede volver a crecer. A veces una amistad se echa a perder y las partes apuntan a sus centros de negativismo recíproco.

Cuando se unen en el punto de carencia, es como si parieran un espectro dispuesto a devorar el último retazo de afecto entre los dos. Ambos son despojados de su esencia. Se vuelven impotentes, recíprocamente obsesionados. Entonces son necesarios la oración profunda, mucha atención y cuidados para reorientar las almas. El amor puede herirnos profundamente. Debemos tener mucho cuidado. El filo de la Nada corta hasta el hueso. Otros quieren amar, entregarse, pero les falta energía. Llevan en sus corazones los cadáveres de antiguas relaciones, son adictos a
las heridas como confirmación de su identidad. Cuando una amistad se reconoce como un don, permanecerá abierta a su propio terreno de bendición.

Cuando amas, abres tu vida a un Otro. Caen todas tus barreras. Tus distancias protectoras se derrumban. Esa persona recibe permiso absoluto para penetrar en el templo más profundo de tu espíritu. Tu presencia y tu vida pueden volverse terreno suyo. Se necesita mucho coraje para permitir semejante acercamiento. Puesto que el cuerpo habita en el alma, cuando permites semejante proximidad, dejas que el otro se vuelva parte de ti. En la afinidad sagrada del amor verdadero, dos almas se vuelven gemelas. El cascarón exterior y el contorno de la identidad se vuelven porosos. Se rinden mutuamente."

Extraído del Libro "Anam Cara", de John O'donhue.