jueves, 7 de marzo de 2013

Las palabras - Vibraciones Poderosas


La ciencia ha descubierto que el sonido viaja a través del aire desde el punto donde emana, a la asombrosa velocidad de 331 metros (1083 pies) por segundo, actuando sobre las estructuras moleculares existentes en la atmósfera, alterando sus frecuencias vibratorias en un modelo en onda, después de lo cual es recibido por los órganos auditivos de una persona y es interpretado por la mente consciente. ¡Esta es en realidad una verdadera proeza¡

Sin embargo, las palabras habladas que son llevadas como ondas sonoras hacia otra persona poseen un poder aún más asombroso. Una vez que son interpretadas por la mente de la persona receptora -con mayor velocidad que la del sonido- esas palabras son transmitidas al corazón y al alma. Y, ¡cuanto poder pueden tener esas palabras¡Las palabras pueden sosegar una mente preocupada: ofrecen guía e iluminación; ayudan a compartir ideas y conocimiento; animan y vivifican.

Por otra parte, las palabras pueden causar confusión y discordia. Pueden herir el amor propio, degradar y desestabilizar al ser interno. En suma, las palabras habladas en forma consciente pueden crear una polaridad ya sea positiva o negativa no sólo en los demás, sino también en nosotros mismos.

En el mundo actual, es fácil quedar atrapado en las vibraciones confusas y perplejas de nuestra tumultuosa época. A menudo se interrumpe nuestra paz interior y es muy difícil lograr equilibrio emocional. Todos nosotros, en un momento u otro, nos hemos sentido irritados por las condiciones externas y hemos hablado en forma brusca y airada a otras personas. En la mayoría de los casos esta es una reacción del momento, puesto que esas palabras airadas son expresadas en forma espontánea, sin pensar, y no son necesariamente un reflejo de la forma de hablar de la persona, sino de su conflicto interno al intentar conservar la paz y la armonía.

Pero, ¿y qué de las palabras que expresamos premeditadas y conscientemente? ¿Son sopesadas con cuidado teniendo en cuenta los sentimientos de otras personas? ¿Son iluminadoras y compasivas, o ignorantes y egoistas? ¿Crean armonía o discordia? ¿Son palabras de verdadera comprensión o son el producto del chismorreo y de la critica?La murmuración, aún la "inocente" y "bien intencionada", es por lo general el resultado de ignorar la verdad sobre determinada situación, y usualmente injustificada. Se edifica sobre juicios erróneos, por la intervención de desconfianzas y suposiciones, y muy rara vez da como resultado la creación de una polaridad positiva.

Así como los átomos contenidos en el aire chocan y aceleran la vibración es una onda de sonidos, así también las palabras intrigosas se expanden en proporción, siguen su curso y, ¿con qué finalidad? cuando las palabras son tergiversadas y los pensamientos mal interpretados, la privacidad se ve invadida, se pierde la confianza, la fe es traicionada y se rompe la amistad.Cuando las personas objeto de las intrigas escuchan las palabras que se dicen de ellas -y siempre llegan a sus oidos, porque así como rebota el eco una onda sonido, así rebotan las palabras intrigantes- se desarrollan sentimientos de autodegradación , cólera y desconfianza, mientras la confusión y la desarmonía reinan supremas. Si las palabras que hablamos producen tales efectos, ¿somos en realidad dignos maestros de la iluminación?

La Crítica Negativa
Por la misma razón, las palabras de crítica producen efectos negativos similares, pero de una manera más directa y compleja. Las palabras de censura que van dirigidas a una persona o a un grupo de personas, especialmente cuando son pronunciadas de manera consciente y acerba, no son sólo producto de la ignorancia y de un juicio erróneo sino, por lo general, representan más al punto de vista del propio ser interno de quien las profiere, que de aquél a quien se dirige. El critiqueo tiene con frecuencia una naturaleza dual, pues refleja autorectitud o desprecio de sí mismo. No sólo crean desarmonía en los demás, sino también en nuestro propio ser.

La crítica constructiva puede producir algunas veces efecto positivo, pero cuando no es solicitada causa cierto grado de confusión interna. Pero, ¿cuál es la causa de que una persona critique a otros? Es muy posible que a esa persona se le hayan dirigido alguna vez palabras de crítica que le produjeron un efecto adverso; tal vez fueron palabras que se repitieron una y otra vez, por lo cual quedaron cruelmente implantadas en su propia mente, corazón y alma.... un ciclo de palabras que con el tiempo perpetúan pensamientos y acciones negativos.

Si hemos de crear una polaridad positiva con las palabras que dirigimos a los demás, debemos cuestionar nuestro propio ser interno. cuando una persona desea hacer un examen de conciencia y viene a nosotros en busca de consejo, o cuando nosotros queremos hacernos un examen de coenciencia y solicitamos el consejo de otro, ¿son las palabras que se dicen beneficiosas y edificantes, o egoístas y carentes de comprensión? ¿mantenemos en secreto la lucha interna de la otra persona, o violamos su confianza repitiendo su problema a otros por exaltarnos?El alma interna que brilla en la luz de la fuerza vital de todos nosotros, es perfecta. Cuando hablamos a otra Ama-Personalidad, ¿aumentan nuestras palabras la luz interior de esa persona, o intenta extinguirla? ¿Reconocemos la perfección en todos los seres y en nosotros mismos, o albergamos pensamientos y generamos palabras con los cuales una persona puede sentirse perturbada, perder el equilibrio y el orden perfecto, y fomentan una polaridad negativa?

Las palabras que pronunciamos transmiten una vibración mucho más poderosa de lo que pensamos, porque implantan imágenes en la mente; forman ideas o pensamientos que general acción y afectan el desarrollo. Puesto que todos nos aferramos por una existencia positiva de paz interna y externa, es indudable que nuestras palabras tienen que generar, de una manera positiva, atributos tales como confianza en sí mismo, paz mental, total armonía y equilibrio en todos los aspectos de nuestro ser. Entonces estableceremos una polaridad positiva no sólo en los demás, sino en nosotros mismos y en el Cósmico.

Mark Marti.

Si sólo pudiera ser como mis células...


¿Qué significa vivir una vida espiritual? ¿Quién me puede enseñar los principios esenciales de la espiritualidad?

Aunque parezca lo suficiente extraño pero mi propio cuerpo me puede enseñar todo lo que necesito saber. Las células de mi cuerpo están ya haciendo lo que necesito aprender. Mi cuerpo hace todo mejor, con más pasión y compromiso que yo. Las células de mi cuerpo no tienen ningún problema con el completo participar en la vida. Unas cien mil millones de ellas formaron el mismo acuerdo silencioso, que puede describirse a través de cualidades que la persona más espiritual envidiaría —pero que al mismo tiempo la persona más práctica las enviaría también. Estas cualidades compartidas hablan elocuentemente de lo que una célula está de acuerdo en no hacer tanto como en lo de hacer.

Alto Propósito: Una célula está de acuerdo primero en trabajar por el bienestar de todo el cuerpo y en segundo por su bienestar individual. Si es necesario morirá para proteger el cuerpo —el lapso de vida de cualquier célula dada es una fracción de nuestro propio lapso de vida. Las células de la piel perecen por miles cada hora, así como lo hacen las células inmunológicas luchando contra los microbios invasores. El egoísmo no es una opción, aún si se llega hasta a la supervivencia de la célula.

Comunión: Una célula se mantiene en contacto con cada una de las otras células. Moléculas mensajeras van a la carrera por todas partes para notificar a los puestos más lejanos de cualquier deseo o intención, aún cuando ligero. El retiro o el rechazo de la comunicación no es una opción.

Conciencia: Las células se adaptan de momento a momento. Permanecen flexibles para responder a situaciones inmediatas. El quedarse atrapado en hábitos rígidos no es una opción.

Aceptación: Las células se reconocen unas a otras como igualmente importantes. Cada función en el cuerpo es interdependiente con cada otra. Ir solo no es una opción.

Creatividad: Sin embargo que cada célula tiene un conjunto de funciones únicas (las células del hígado, por ejemplo, pueden ejecutar cincuenta funciones separadas), éstas se combinan en formas creativas. Una persona puede digerir comida nunca antes comida, pensar pensamientos que nunca se pensaron antes, bailar en una manera nunca antes vista. Aferrarse al comportamiento antiguo no es una opción.

El Ser: Las células obedecen al ciclo universal de descanso y actividad. No obstante que este ciclo se expresa en muchas maneras tales como niveles hormonales fluctuantes, presiones de la sangre, y ritmos digestivos, la expresión más obvia es el dormir. Por qué necesitamos dormir permanece como un misterio médico, sin embargo se desarrolla una completa disfunción si no lo hacemos. En el silencio de la inactividad el futuro del cuerpo se está incubando. Ser obsesivamente activo no es una opción.

Eficiencia: Las células funcionan con el menor gasto de energía. Típicamente una célula solamente almacena tres segundos de comida y oxígeno dentro de la pared de la célula. Confía totalmente en ser suministrada. El consumo excesivo de comida, aire, o agua no es una opción, ni lo es el amontonamiento.

Vínculo: Debido a su herencia genética común, las células saben que ellas son fundamentalmente lo mismo. El hecho de que las células del hígado son diferentes de las células del corazón, y las células de los músculos diferentes de las células del cerebro no niega su identidad común, la cual no cambia. En el laboratorio una célula de músculo puede genéticamente ser transformada en una célula del corazón yendo atrás a su fuente común. Las células permanecen atadas a su fuente no importa cuántas veces se dividan. Ser un proscrito no es una opción.

El Dar: La actividad primaria de las células es el dar, el cual mantiene la integridad de todas las otras células. El compromiso total al dar hace el recibir automático —es la otra mitad de un ciclo natural. El atesoramiento no es una opción.

Inmortalidad: Las células se reproducen para pasar su conocimiento, experiencia, y talentos, sin negar nada a su progenie. Éste es un tipo de inmortalidad práctica, sometiéndose a la muerte en el plano físico pero derrotándola en el no-físico. La brecha generacional no es una opción.

Cuando miro a lo que las células han estado de acuerdo, ¿no es un pacto espiritual en cada sentido de la palabra? Otras etiquetas igualmente trabajan para cualquiera de estas cualidades.

La primera, alto propósito se podría cambiar a entrega o desinterés. Conciencia incluye tanto estado alerta como adaptabilidad. Pero mi cuerpo no se interesa por etiquetas. Para él, estas cualidades están entretejidas en la diaria existencia.

Las cualidades compartidas de las células:
Alto Propósito, Comunión, Conciencia, Aceptación, Creatividad, El Ser, Eficiencia, Vínculo, El Dar, Inmortalidad.

Ellas son el resultado de la inteligencia interior de la vida evolucionando como biología por millones de años. Si examinas la estructura de una sola célula, nada como entrega, conciencia, o comunión sería evidente. Estas cualidades no están presentes en organismos de una sola célula como la bacteria, la levadura, y las amibas. El misterio de la vida era paciente y cuidadoso para permitir que emergiera su pleno potencial. Las criaturas de una sola célula continúan creciendo —miles viven en sus intestinos, los cuales no podrían digerir el alimento sin ellas. La evolución se mueve hacia adelante, pero recuerda en donde ha estado, y nada se pierde.

Aún ahora el acuerdo silencioso que mantiene a mi cuerpo junto se siente como un secreto, porque a todas las apariencias no existe. Más de doscientos cincuenta tipos de células van por sus asuntos diarios —las cincuenta funciones que una célula del hígado ejecuta son totalmente únicas, sin solaparse con las tareas del músculo, el riñón, el corazón, o las células del cerebro— sin embargo sería una catástrofe si se comprometiera aún una función. A medida que se divide en billones de progenie, la primera célula fertilizada en el útero de mi madre mantuvo su vínculo a la fuente. Al nivel de la memoria, aún soy esa primera célula. Si poseo un alma, cualquier cosa que pudiera saber sobre esto fue primero dicha a mi cuerpo.

El misterio de la vida ha encontrado una manera de expresarse a través de mí. De hecho es ése el propósito de estar aquí. ¿Estoy cumpliendo ese propósito? Si lees la lista de nuevo y tomas nota de cada cosa marcada "no una opción", confrontarías un completo hecho: El comportamiento mismo que mataría a nuestros cuerpos en un día no ha sido repudiado por nosotros como personas. Somos egoístas y avarientos. Nos negamos a cooperar; nos comportamos como si no hay un propósito mayor más importante que las demandas de yo, mi, y el mío. En nuestra fragmentación y confusión hemos estado ignorando el mismo modelo de una vida espiritual perfecta dentro de nosotros.

A medida que evolucionaron las células aprendieron lo que realmente trabaja para la supervivencia. La mayoría del sufrimiento en nuestras vidas personales ocurre porque concientemente escogemos comportarnos contrario al trato del alma que mantiene a nuestros cuerpos vivos.

Deepak Chopra.