domingo, 5 de febrero de 2012

La unidad del todo


"Cuando camines o descanses en la naturaleza, honra ese reino permaneciendo allí plenamente. Serénate. Mira. Escucha. Observa cómo cada planta y animal son completamente ellos mismos. A diferencia de los humanos, no están divididos en dos. No viven a través de imágenes mentales de sí mismos, y por eso no tienen que preocuparse de proteger y potenciar esas imágenes. El ciervo es él mismo. El narciso es él mismo.

Todas las cosas naturales, además de estar unificadas consigo mismas, están unificadas con la totalidad. No se han apartado del entramado de la totalidad reclamando una existencia separada: «yo» y el resto del universo.

La contemplación de la naturaleza puede liberarte del «yo», el gran creador de conflictos.

Percibe los múltiples sonidos sutiles de la naturaleza: el susurro de las hojas al viento, la caída de las gotas de lluvia, el zumbido de un insecto la primera canción del pájaro al amanecer. Entrégate completamente al acto de escuchar. Más allá de los sonidos, hay algo mayor: una sacralidad que no puede ser Tú no creaste tu cuerpo, y tampoco eres capaz de controlar las funciones corporales. En tu cuerpo opera una inteligencia mayor que la mente humana. Es la misma inteligencia que lo sustenta todo en la naturaleza. Para acercarte al máximo a esa inteligencia, sé consciente de tu propio campo energético interno, siente la vida, la presencia que anima el organismo."

Fragmento del libro El Silencio Habla de Eckhart Tolle.

1 comentario:

  1. PRECIOSOS!!!!!! TOTALMENTE DE ACUERDO CON TU EXPLICACIÓN TAN LINDA Y PROFUNDA. GRACIAS POR COMPARTIE

    ResponderEliminar