Si analizamos el término emoción ex – moveré significa llevar a fuera. Es decir una emoción es un elemento básico del ser humano que busca expresarse desde el interno de nuestro cuerpo, desde su núcleo.
De allí que cada órgano se vea afectado por un tipo de emoción diferente. Por ejemplo, los pulmones son el asiento de la tristeza y la melancolía; nuestros riñones se ven afectados por el miedo y el terror; el hígado lo impacta la ira; el corazón la euforia… Todo lo que ocurre en nuestra unidad integral llamada cuerpo es psicosomático (implica una acción de la psique sobre el cuerpo o viceversa). Todo lo que nos sucede a diario va afectando directamente nuestro cuerpo. Este desequilibrio afecta el funcionamiento adecuado de nuestra energía, comprometiendo tanto lo orgánico como lo emocional desarrollando así un estado de crisis en nosotros.
El sistema integral que somos trata de mantener cierto equilibrio, cuando este equilibrio se rompe aparece el trastorno o síntomas que afecta a todo el organismo y finalmente la enfermedad.
Cuando la emoción es repentina, explosiva, muy fuerte o se hace presente muy a menudo, se vuelve crónica, afecta seriamente el órgano involucrado produciendo un desequilibrio en todos los sistemas.
El no permitirnos las emociones tampoco es una opción para mantener el equilibrio, hay que manejarlas bajo parámetros que nos permitan no asentarlas en nuestro cuerpo, dejarlas fluir y conocer qué reacciones nos provocan es el punto de equilibrio, si vivimos en armonía, serenidad, comprensión alimentaremos el alma y contribuiremos a mantener nuestra energía vital. No pasemos a ser fríos y apáticos pues sentiremos el abandono del espíritu…
"Todo pensamiento tuyo posee una energía que te fortalecerá o te debilitará" Wayne Dyer
No hay comentarios:
Publicar un comentario