No podemos tener una fuerte energía sexual si estamos mal nutridos. Nuestra fuerza de vida desde donde generamos la energía sexual es similar a la bio-energía en alimentos crudos. Por ello, el alimento crudo tiene el efecto vitalizante más fuerte que el alimento cocido.
Las proteínas de alta calidad son parte del fluido seminal y una dieta alta en proteínas es sexualmente estimulante. En nuestra cultura, la carne es preferida, mientras que en el Oriente, se usan los garbanzos para mejorar el funcionamiento sexual. La más alta reputación la tiene la yema de huevo cruda, fertilizada, de gallinas que andan libres. Provee los compuestos de sulfuro que son también tan altos en el semen. Sin embargo, aun más efectiva que la yema de huevo es la carne cruda, picadita.
El fluido seminal es también alto en zinc, y requiere mucha vitamina B6 y aceites grasos como el omega 3, los cuales se encuentran en los aceites de pescado y la linaza. La deficiencia de estos está muy extendida, especialmente con la pérdida frecuente de fluido seminal. Los aceites de pescado son también requeridos para la lubricación natural vaginal.
El cuerpo forma óxido nítrico del aminoácido arginina, como una señal para relajar los vasos sanguíneos del pene. Esto es necesario, para que el pene pueda llenarse con sangre y tener una erección. También el suplemento magnesio ayuda a relajar. El estrés, por otra parte, o estando emocionalmente tenso, previene esta necesaria relajación, y, con esto, una erección.
Varias hierbas y alcaloides han sido tradicionalmente usados para mejorar varias funciones sexuales. Comúnmente usado para mejorar y equilibrar el sistema endocrino, en general, y hormona sexual en particular es la Maca (nombre botánico Lepidium meyenil). Parece ser más efectivo que la Wild Yam, y es especialmente útil con problemas sexuales relacionados con la edad.
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