Mientras no seamos capaces de construir en nosotros mismos un santuario interior y coloquemos en él entidades espirituales, nada impedirá que recurramos a cualquier forma física iconográfica ante la cual postrarnos y rogar con el fin de activar nuestra Fe.
Recordar que tenemos ese templo interno donde podemos ubicar espíritus activos, de buena voluntad y prestos a nuestra causa es una bendición de la que algunos aún no estamos conscientes. Mientras nos habituemos a dirigir el pensamiento hacia entidades superiores a fin de ser habitados por ellos, guiados por ellos, nos mantendremos en la luz.
Aprovecha las herramientas que posees, abraza el campo de posibilidades que tienes a tu disposición. Sólo requieres tu mente consciente.
Que el amor sea el camino.
Tammy.
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