sábado, 28 de julio de 2012

¿Una zanahoria, un huevo o un grano de café?


Había una vez una niña que se quejaba de su vida y como las cosas le resultaban tan díficiles. No entendía las matemáticas, no tenia buenas amigas y siempre estaba peleando. Ella estaba cansada de esforzarse tanto.

 Parecía que cuando solucionaba un problema aparecía otro. Su padre, un cheff de cocina, la llevo a su lugar de trabajo. Allí lleno tres ollas con agua y las coloco sobre el fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. Luego, en una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la ultima colocó granos de café. Las dejo hervir sin decir una palabra. La hija espero impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Saco las zanahorias y las coloco en un plato. Saco los huevos y los coloco en otro plato. Coló el café y lo puso en una olla.

Mirando a su hija le dijo: ¿Querida, que ves? Ella respondió “Zanahorias, huevos y café”. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y noto que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cascara observó el huevo duro. Luego le pidio que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija preguntó: ¿Qué significa esto Papá? El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua irviendo, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte y dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil. Fácil de deshacer. El huevo había llegado al agua frágil. Su cascara fina protegía su interior liquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.

¿Cuál eres tu?, le preguntó a su hija. “¿Cuando tienes un problema, Cómo respondes? Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café? Si eres una zanahoria pareces fuerte pero cuando enfrentas un problema, te vuelves débil y pierdes fortaleza. Si eres un Huevo comienzas con un corazón blando y después de las dificultades te vuelves duro y rígido. Por fuera te ves igual, pero eres triste, molesto y te quejas por todo. Si eres un grano de café cambias al agua, el elemento que te causa dolor. Cuando el agua llega al punto de hervir, el café alcanza su mejor sabor. Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor, tu reaccionas mejor y haces que las cosas a tu alrededor mejoren. No importa lo que enfrentes o los problemas que tengas, siempre sigue esforzándote y entona Nam Myoho Rengue Kyo con la certeza que todo mejorará. Esto te producirá una gran alegría.

Nota: Nichiren Daishioni (1222-1282) estableció la entonación de Nam-myoho-renge-kyo como la manera de despertar la naturaleza de Buda dentro de cada uno y de percibir los niveles más profundos de nuestra existencia, donde nuestra vida y la del universo son una sola. Nam Myojo Rengue Kyo es el mantra que constituye la base de la práctica de todas las formas de Budismo Nichiren, y representa La Ley última o verdad del Universo. Este mantra recibe el nombre de daimoku.

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