jueves, 8 de noviembre de 2012

Vivir en la mentira...

El drama en nuestra vida entra en primera instancia por no creer en nosotros mismos, no creer de ser capaces de: "..."

Nos creemos que no somos como "deberíamos ser", guardando esa imagen falsa que se ha creado de nosotros mismos, que nos ha sido dada por cultura, creencias, juicios emitidos, etiquetas y pare de contar. La imagen que tenemos de nosotros mismos, con muy pocas excepciones, no es del todo real. Gran  parte de ella la hemos elaborado a partir de un caudal de información recopilada de nuestro entorno.

Nacemos perfectos y altamente motivados al logro, sólo basta observar a un bebé, llora por lo que
necesita o desea, utilizando el llanto como medio de comunciación. Si tiene hambre no parará
hasta lograr su objetivo, si hay que cambiarle de ropa, si algo le duele, si siente calor o frío... Al final obtiene la atención que requiere y satisface su necesidad.

Luego de un tiempo comienzan a estructurarnos, a etiquetarnos, a modelar nuestra forma de expresarnos, hasta lograr la estructura de mentira en la que nos desenvolvemos y actuamos, afianzándola día a día, pues es sabido que para sostener una mentira en la mayoría de los casos requerimos de otra y otra... Sin querer decir con esto que es culpa de nuestros padres, ni de las personas que nos rodean, ellos también fueron entrenados de igual forma.

Cómo esta estructura es la conocida por nosotros, volcamos toda nuestra Fe en élla. La alimentamos y cuidamos, reforzándola a cada paso. Incapaces siquiera de pensar en romperla, cambiarla, modificarla! De ser así, perderíamos entonces el piso que nos sostiene, el aparente "equilibrio" no sería más; entraríamos en pánico y perderíamos el sentido de la vida.

De ahí, que exista un gran conflicto entre la mente y la verdad, como menciona don Miguel Ruiz en su libro "La voz del conocimiento": "... El resultado de creer en la verdad es la bondad, el amor, la felicidad. El resultado de creer y de defender las mentiras es la injusticia y el sufrimiento: no sólo en la sociedad, sino también en los individuos."

Hemos aprendido que donde pongamos nuestros pensamientos-emociones-acciones lo haremos materializarse en nuestra vida, estemos conscientes de ello o no, el cerebro no discrimina, sólo cumple con lo requerido. Comenzar a deshacernos de esas estructuras que nos han mantenido aprisionados por años nos brindará nuevas experiencias, nos enrenaremos en nuevas formas de pensar-sentir-actuar, crearemos nuevas conexiones neuronales, fortaleceremos nuestro Ser Interno. Si pensamos-sentimos-actuamos bondadosamente con nosotros mismos, comenzando a limpiar las telarañas que ocultan nuestra verdad, ventilando esos cuartos oscuros del alma, escuchando nuestra música interna, dejándonos dirigir por la Divinidad en nosotros; paso a paso iremos "abriendo los ojos" ante la verdad pura y simple de nuestro Ser, sin tantas complicadas estructuras, sin tantas poses, sin la necesidad de actuar de alguna manera para ser aceptados, sin sentir la necesidad de juzgarnos o castigarnos. La verdad es amor, el amor todo lo puede; así entonces, andando en el camino del amor, difícilmente podemos herirnos o herir a otros.

Sé consciente de la necesidad de atreverte a vivir desde el Ser; aceptando los distintos  estadios del alma, experimentando las emociones que cada uno de ellos nos deja, ampliando  nuestros horizontes, dejando que nuestro Ser Interior fluya con el todo. Esta es una aventura, en ella nos encontraremos con situaciones diversas que no conocemos, que son parte de nuestro aprendizaje, algunas nos atemorizarán otras nos sonarán divertidas, todas y cada una de ellas son necesarias. La vida no es monocromática, existen en ella multiplicidad de sabores, olores, texturas...

Es igual en el trayecto de vida, se nos presentarán multiplicidad de situaciones y experiencias que contribuirán a nuestro crecimiento. No hacer un drama de cada experiencia nos permitirá atravesarla de forma consciente; logrando con este tránsito imprimirla en la consciencia y grabarla como "aprobada" en este entrenamiento del alma. Fácil? Pues no. Pero si es posible a medida que vayamos fortaleciéndonos y redescubriéndonos.

Sólo siendo nosotros mismos, volviendo a nuestra esencia, sólo entonces alcanzaremos la PAZ y el desarrollo de nuestro SER! Recuerda: Ya somos seres espirituales, en este instante estamos viviendo una travesía terrenal de entrenamiento. Atrévete, es parte de lo venimos a hacer, mantente en el aquí y ahora!

Un gran abrazo de alma a alma!
Besos!
Tammy.

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