martes, 4 de septiembre de 2012

La intimidad con los otros


"Cuando dos amantes se abren realmente el uno al otro, cuando no se tienen miedo ni se esconden nada... eso es la intimidad. Cuando pueden decirlo todo sin temor a herir u ofender al otro... Si el amante piensa que el otro se sentirá ofendido, entonces la intimidad no es lo suficientemente profunda. Entonces es una especie de convenio, que cualquier cosa puede romper. Pero cuando dos amantes empiezan a sentir que no hay nada que ocultar y que se puede decir todo, y que la confianza ha llegado a tal grado que si uno no lo dice el otro lo sabrá, entonces empiezan a ser uno.
 
La vida es un peregrinaje, y a menos que se alcance el amor, sigue siendo un peregrinaje, que no lleva a ninguna parte. Continúa en círculos, y jamás llega el momento de plenitud en que se puede decir: "He llegado. Me he convertido en aquello por lo que vine. La semilla se ha realizado en las flores."
 
El amor es la meta, la vida el viaje. Y un viaje sin meta es necesariamente neurótico, fortuito, carece de dirección. Un día irás hacia el norte y otro día hacia el sur; todo será casual, puedes llegar a cualquier parte o a ninguna. Serás como una madera a la deriva a menos que tengas clara la meta. Puede ser una estrella muy lejana, eso no importa,pero debe estar clara. Una meta lejana: eso está bien, pero debe estar allí. Si mantienes la vista enfocada en ella, un viaje de diez mil kilómetros no es demasiado largo. Si sigues la dirección debida, incluso el más largo de los viajes no será problema, pero si sigues una dirección errónea, o no  sigues  ninguna dirección,  o  sigues  todas  las  direcciones  al  mismo  tiempo, la  vida  empezará  a desmoronarse.
 
En eso consiste la neurosis: un desmoronamiento de la energía, en no saber adonde ir, ni qué hacer, ni qué ser. No saber adonde ir, no saber qué ocurre, deja un vacío interno,una herida, un agujero negro, del que emanará un constante temor. Por eso viven temblando las personas. Pueden ocultarlo, pueden taparlo, no mostrarlo a nadie, pero viven atemorizadas. Por eso temen tanto la intimidad con otro: quizá el otro vea el agujero negro en su interior si le permiten una intimidad demasiado estrecha. La palabra intimidad tiene raíces latinas: deriva de intimum. Intimum significa lo interior, el centro más profundo. A menos que tengas algo ahí, no podrás intimar con nadie.

No puedes permitir que  se dé la intimidad, porque los demás verán el agujero, la herida y el pus que sale de ella. Verán que no sabes quién eres, que estás loco, que no sabes adonde vas. Que ni siquiera has prestado oídos a tu propio canto, que tu vida es un caos, no un cosmos. De ahí el miedo a la intimidad.

La intimidad  consiste en permitir que el otro entre en ti, que te vea como te ves tú, que te vea desde dentro, en invitarle a ver lo más profundo de tu ser.

El amor es la meta, y una vez que tengas clara la meta, empezarás adesarrollar una riqueza interior. La herida desaparece y se transforma en un loto. Es el milagro del amor, la magia del amor. El amor es la mayor fuerza alquímica del mundo. Quienes saben utilizarla pueden llegar a la cima más alta, a Dios. Quienes no saben utilizarla siguen arrastrándose por los oscuros recovecos de la existencia, sin alcanzar jamás las cimas soleadas de la vida."

Osho

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