Así la persona que se ata a la ilusión, cree que ve, estando ciego, pero esta ceguera no es de los sentidos, sino del alma, porque sólo percibe la fachada, y esta disposición lo sumerge aún más a seguir atado a lo que esta fachada provee a cada individuo, para que transite esa experiencia.
Una mente abierta se siente unida a la danza cósmica del universo visible e invisible, está aquí y allá, y la fuerza a la que llamamos Dios le da al alma, todo lo que está como herencia, dispuesto para señorearse y no para atarse, o sea para expresarse como alma. Un alma libre no se ata a los logros u obtenciones, como única vía de realización genuina, el alma sabe que todo es temporario y no eterno en este plano.
El hombre atado estará condicionado según sus logros u obtenciones, se esclaviza a las cosas temporarias y desconoce lo eterno e infinito, de donde se origina todo lo creado.
En la sociedad en que vivimos, hasta parece tonto basarse en algo invisible y parece no lograrse nada. Pero si tenemos ojos para ver, una mente abierta se da cuenta de que esa fuerza invisible es la que reviste las cosas de este y todos los planos, es donde se originan las flores, es el antes del nacimiento de esa flor, es el antes de nuestro pensamiento y nacimiento, esa fuerza da lugar y espacio a todo lo creado. Como siempre lo que parece tonto es en lo que se basa la Paz del Maestro iluminado y lo que el sistema social no encuentra. A pesar de esto, hay que respetar las decisiones de cada uno, respetar sus tiempos y espacios, pero también es muy importante estar alertas a lo que nuestra Alma necesita y pide, mas allá del entorno en el que estemos.
No hablo de una fantasía espiritual, puesto que el espíritu no se alberga como una fantasía sino como la realidad original, hablo de saber y sentir realmente que existe, y profundizar en el encuentro de nuestro Ser Interior y dejarnos guiar por Él, para que nos dicte el camino a seguir y que nos señale dónde nuestro espíritu se sentirá en plenitud y libertad.
Ninguna relación es más real que esta intimidad con nosotros, ni ver ese espacio inexplorado y desconocido, que solo será reconocido cuando nos animemos a indagar esa parte de Dios que somos, y que es infinita e inigualable con cualquier manifestación con las que el hombre se rodea y obnubila, olvidando cual es la Verdadera Fuente de Vida.
Allí es donde se encuentran las verdades que tanto ha buscado el hombre, durante toda su estadía en este plano, una y otra vez, encarnación tras encarnación. Seguiremos allí en los laberintos o callejones, hasta que no nos demos cuenta de esto.
¿Cómo encontramos ese espacio interior? La respuesta es: ¡Sin los condicionamientos de la mente!
Es tan simple como querer entrar a una habitación estando adentro. Toda conspiración solo se encuentra en la dimensión de nuestra mente y sistema de pensamiento. No tenemos que salir a buscar nuestro interior, ¿verdad? sólo tenemos que darnos cuenta de que ya estamos dentro, con nuestra mas profunda intención de estarlo y permanecer allí. Los sentidos se multiplicarán hacia lo infinito y bello, como un profundo estado de Paz interior permanente.
Existirá quizás, la tentación salir a buscar respuestas, porque puede parecer hasta la vía más fácil para aquel que no acostumbra a sentir su interior, a escuchar su voz interna, pero estas no serán respuestas duraderas, ni darán la sensación de plenitud que se siente cuando el alma está presente en nuestra decisión. Si estamos en nuestro camino, nos daremos cuenta porque este nos conduce a nuestras respuestas profundas del alma. Alguien nos dirá lo siguiente: “El camino está dentro de ti, en tu corazón es donde tu Alma se expresa”.
El silencio es la fuente de todo sonido, el silencio es la fuente de Paz de nuestra Alma, también la libertad es la fuente. Recuerdo esa frase que dice: “Si amas algo déjalo libre”. Para activar nuestra capacidad de estar en paz, hay una forma “simple”: Deja tu mente racional totalmente libre, para hacer lo mejor que sabe hacer: pensar... y como arte de magia aparece el silencio en nuestro interior, para que el alma se exprese. Si, así. Quédate como un simple espectador que espera maravillarse con la película que esta a punto de ver, si observas te maravillaras con la perfección de nuestra mente, libérala, no la ates y veras la magia del silencio.
Inténtalo, no perderás en última instancia más que dos minutos, que es lo que te llevará activar tu espacio amoroso. Ese espacio donde somos Dios. Ninguna palabra puede alcanzar ese espacio, ninguna acción, ninguna meta, logro o resultado aparente, como el momento de regocijo del silencio, libertad para que la Paz nazca en nosotros.
Todos estamos listos y preparados para realizarlo, no hay requisitos, puesto que todos los que estamos aquí lo hacemos, todos pensamos y maravillarse, es lo que el observar produce. Todo maestro observa la Perfección y provoca la próxima manifestación del espíritu. Por esto el maestro vive en paz, y la incertidumbre no lo perturba, porque observa la maravilla de la perfección, aún en el pensamiento racional."
Fuente: Revista “Quinto Elemento”.