miércoles, 20 de julio de 2011

Arquetipos de las diosas Alquímicas o Transformadoras
 (Última Parte)


Grecia:       Afrodita
Roma:        Venus

Afrodita, Diosa del amor y de la belleza-. Era la más bella e irresistible de las diosas. Tuvo muchas aventuras y numerosa descendencia procedente de sus numerosas relaciones. Creaba amor y belleza, atracción erótica, sensualidad, sexualidad y nueva vida. Entablaba relaciones por decisión propia y nunca fue victimizada. Así pues, siempre mantuvo su autonomía como diosa virgen y tuvo relaciones como diosa vulnerable. Su conciencia era receptiva y al mismo tiempo estaba concentrada, lo que le permitía un intercambio en dos direcciones, que le afectaba tanto ella como a la otra persona.

El arquetipo de Afrodita motiva a las mujeres a perseguir intensamente las relaciones más que la permanencia, a valorar el proceso creativo y a estar abiertas a cambiar.

Afrodita: Diosa del amor y la belleza, mujer creativa y amante
Afrodita-Venus, rige el disfrute del amor, la belleza, la sexualidad y sensualidad en la mujer.
Es la figura de "la amante" en la que una mujer sabe transformarse, se enamora, se siente atractiva y sensual. Posee un magnetismo personal que atrae a muchos.
Cuando Afrodita está presente como el arquetipo principal en la personalidad de una mujer, esta se enamora con frecuencia y facilidad. Y cuando esto pasa, ve bajo la "luz dorada" de Afrodita y se siente arrastrado hacia la belleza del otro. Hay una magia que flota en el aire. Los enamorados se sienten dioses y diosas.
A través de ella fluye la atracción, la unión, la fertilización y el nacimiento de una nueva vida, es un proceso de creación.
Afrodita inspira y aporta gran creatividad. Tiene tanto el aspecto creativo, como el romántico. Si ambos están presentes en la misma mujer, se compromete en relaciones intensas, dejándose absorber. Este tipo de mujer sigue a cualquier persona o cosa que le fascine.
En su matrimonio fomenta la sexualidad y la pasión, sin embargo a menudo es difícil para una mujer Afrodita conseguir un matrimonio monógamo duradero pues la emoción no siempre se mantiene.
Y en cuanto a sus conflictos, son todos aquellos que se derivan de las relaciones amorosas, pues Afrodita se arriesgará a entrar en cualquier relación que la enamore, con resultados muy variados.
Conocer el patrón arquetípico es muy importante para una mujer Afrodita ya que le ayuda a saber que su naturaleza (enamorarse fácilmente, sentir atracción erótica y poseer un fuerte impulso sexual que otras mujeres no tienen), no es nada de lo que haya que sentirse culpable.
A través de la meditación puede que resista más fácilmente el tirón de la atracción erótica y que pueda cultivar la introversión.
Estos tres conjuntos de Diosas: las Vírgenes, las Vulnerables y las Alquímicas, son la representación, a través de sus metáforas, de lo que una mujer puede hacer de su diversidad y de su conflicto interior, manifestando la complejidad y las múltiples facetas del funcionamiento femenino.
Estas tres categorías a su vez se pueden subdividir en otras categorías y hacer que la lista sea interminable, ya que una diosa puede encontrarse en varias categorías.

Ejemplos:
Diosas  independientes e invulnerables: Artemisa o Diana, Atenea o Minerva y Vesta. Aman su libertad personal, sus propias decisiones y no se dejan influir por los otros. Son las artistas, las innovadoras; funcionan por sí mismas.
Diosas vulnerables y emocionales: Hera, Démeter, Perséfone. Son dependientes de los otros;  sus sentimientos y su acción está muy influida por sus cercanos. Muy emotivas, corresponden a las esposas, madres, hijas.
Diosas de gran fortaleza personal: Isis, Pachamama, Freya, Coatlicue, entre otras. Son diosas creadoras, muy fuertes y de gran capacidad de realización y contención. Ejercen una influencia en la comunidad.
Diosas de Sanación: Birgit, Yemanyá, Oshun. Son muy inspiradoras relacionadas con el agua y con el fuego, principalmente y conectadas con emociones más sutiles. Ayudan en el contacto con el amor y las energías más invisibles.
Diosas Oscuras o Ocultas: Inana, Pelé, Lilith, Sekhmet entre otras. Son nuestra sombra: la parte de cada una que nos cuesta ver y asumir. La ira, el resentimiento, el caos. Cuando sale a la luz ayuda a desarrollar mucha energía y transmutación.
Diosas de la Compasión: Tara y Kuan Yin. Generosas, meditativas, sanadoras nos enseñan la meditación, la misericordia y la bondad. Son de origen oriental e irradian luminosidad y paz con su sola presencia y más aún, con su invocación.
Diosa de la Buena Suerte: Lakshmi. Del panteón hindú representa la deidad de la fortuna personal, de la dicha en el plano espiritual y en la tierra. Cuando aparece los jardines florecen y todo tiende a mejorar. Es la Rueda de la Fortuna, arcano X del Tarot, que todos tenemos.

Fuente: Las diosas de cada mujer. Jean Shinoda Bolen.

martes, 19 de julio de 2011

Arquetipos de las diosas vulnerables (Parte III)


Grecia:       Hera             Deméter               Perséfone
Roma:       Juno              Ceres                    Koré

Las diosas vulnerables conforman el segundo grupo: Hera, diosa del matrimonio y esposa de Zeus; Deméter, diosa de las cosechas; Perséfone, la hermana de Deméter. Las tres diosas vulnerables representan los papeles tradicionales de la esposa, la madre y la hija.

Como arquetipos están orientadas hacia las relaciones, su identidades y bienestar dependen de tener una relación significativa. Expresan las necesidades de las mujeres de afiliación y vinculación. Están armonizadas con otras personas y son vulnerables. Cada una sufrió a su manera al romperse o deshonrarse una relación afectiva. Cada una de ellas también evolucionó, y puede proporcionar a las mujeres una compresión interna de la naturaleza y pauta de las propias reacciones que deben abandonarse, y el potencial para el crecimiento interno mediante el sufrimiento inherente a cada uno de estos tres arquetipos de diosas.

Están calificadas como vulnerables por haber sido raptadas, violentadas y dominadas por los Dioses masculinos.

Sufriendo por los conflictos de relaciones afectivas significativas y hasta negativas, muestran síntomas de traumas psicológicos.

Hera: Diosa del matrimonio, artífice del compromiso y esposa 
Representa la mujer que anhela casarse. Una mujer con el arquetipo de Hera fuertemente marcado, se sentirá incompleta sin una pareja. Aspira a un matrimonio con el que tenga reconocimiento y aceptación social de su papel de esposa.

Hera es la parte de toda mujer que le da capacidad de vincularse, de ser leal y fiel, de soportar y atravesar dificultades con una pareja. Es el compromiso incondicional de una mujer: una vez casada permanece así, "en la dicha y en la adversidad".

Esta necesidad de unión también tiene un aspecto místico, cuando una mujer alcanza con el ser que ama una unión intensa y maravillosa siente realizada su Hestia interna, pero ante una decepción de su pareja reaccionará con rabia y ansia de venganza.

Una mujer Hera vive centrada en su marido, incluso sus hijos ocupan un puesto posterior.

Una mujer Hera es atraída por un hombre competente y con éxito, no son para ella los bohemios o genios excéntricos.

Si una mujer Hera se casa con hombre que resulta ser un amanerado y un mentiroso (como Zeus), y  ella le cree, algo muy típico de Hera que quiere seguridad, será herida una y otra vez.

El estado de felicidad de una mujer Hera depende de la devoción que su esposo tenga por ella. Pero ella se siente atraída por hombres con éxito, muchos de los cuales lo tienen porque están dedicados al trabajo o casados con su profesión. Por ello, tal vez ella descubra que es infeliz a pesar de estar casada, e incluso aunque nunca surja una infidelidad sexual. El matrimonio quizás no le llene completamente a la mujer Hera cuando este no es muy importante para su marido. Ella necesita la implicación real de su pareja.

Una mujer debe reconocer en sí misma la existencia de esta influencia de Hera. Es un paso para poder trascenderla. Pero aunque un matrimonio es el ideal de Hera, ésta no debe permitir que prevalezcan los intereses de él sobre los suyos, tiene la obligación de desarrollar otros aspectos de su vida. Una mujer Hera que ha sido rechazada o que ha sufrido un divorcio, ha de fluir y convertirse de nuevo en una doncella lista para recibir a su próximo amado.

Deméter: Diosa de las cosechas, nutridora y madre 
Una mujer que posea un fuerte arquetipo de Deméter, anhela ser madre y esta función la llenará. Cuando Deméter es el arquetipo más fuerte en la psique de una mujer, ser madre es el rol y la función más importante de su vida.

Este arquetipo motiva a las mujeres a nutrir a los demás, a ser generosa y a dar y encontrar satisfacción como cuidadoras y proveedoras.

Deméter no está restringida a ser madre únicamente, hay muchas cosas que se pueden hacer para ser una mujer nutridora y generosa: una docente, prodigar cuidados a otras personas, ser consejeras, psicólogas, o tener cualquier empleo en el que ayudar a los demás sea la función. También en este rol reside ese instinto de ser madre.

A Deméter proveedora de alimento, diosa de las cosechas, le encanta preparar comidas para los demás.

En Deméter encontramos la madre que no cede cuando está en juego el bienestar de sus hijos: obstinación, paciencia y perseverancia.

Cuando una mujer se plantea tener hijos está pidiendo a Deméter hacerse más activa en su psique, se fijan en los bebés y en las mujeres embarazadas.

Cuando una mujer aplica su cuidado a su hijo o a otro niño, se esforzará por ser más paciente y perseverante en beneficio de este. Parecen ser capaces de ser madres estupendas o terribles, pero en todo caso son absorbentes. Con el fin de proteger a sus hijos pueden volverse muy controladoras y sentirse culpables de cualquier cosa que les pase.

A menudo los hijos de una madre Deméter, permanecen siempre cerca de ella, incluso sin casarse. Deméter refuerza la dependencia. Es una mujer consentidora que sobreprotege a los suyos, incapaz de decir que no puede mostrarse agresivo-pasiva.
  
Perséfone: La doncella y reina del mundo subterráneo, mujer receptiva e hija de la madre
Es una mujer joven, esbelta y bella, asociada a la fertilidad y también a la diosa madura de las almas muertas. Si es Perséfone quien proporciona la estructura de la personalidad, predispone a una mujer a no actuar, sino a dejarse actuar en función de los demás: a ser complaciente en la acción, pero pasiva en su actitud.

Tiene dos aspectos, como doncella, que representa a la joven adolescente que no sabe quién es y todavía no es consciente de sus deseos y sus propias fuerzas. Su actitud es la de la eterna adolescente, indecisa en cuanto a que no sabe qué es lo que quiere ser cuando crezca, a la espera de que algo o alguien transformen su vida. El camino del crecimiento de Perséfone es pasar de ser la doncella inocente a la diosa de las profundidades, debe volverse una mujer apasionada y sexual.

Perséfone representa a la hija de la madre, quiere agradar a su madre, ser buena chica, ser prudente y defendida de toda experiencia que suponga riesgo.

Como mujer, Perséfone se pone guapa para él, se adapta a sus deseos y hace lo que a él le gusta, es incapaz de expresar lo que ella misma desea ya que no lo sabe.

Es muy adaptable y presenta muchas caras, según el deseo del otro. Es una receptividad innata que la hace muy camaleónica. Sabe escuchar lo que otras personas tienen que decir sin juzgarlas. Antes de unirse a un grupo, se muestra tímida, prefiere observar primero.

Es una mujer niña que no es consciente de su atractivo sexual. Recatada, no sabe decir no directamente, educada para evitar perturbar la armonía con desacuerdos o exigencias.

El otro aspecto es como reina del mundo subterráneo. Cuando a través de la experiencia, la mujer Perséfone crece, se convierte en alguien capaz de conectar con el inconsciente, con el mundo psíquico más profundo. Es capaz de unir ambos mundos y de guiar a otras personas a comprender su mundo oculto y hacerlo visible.

Perséfone, la guía, es el arquetipo que produce una conexión con el lenguaje simbólico, los rituales, la locura, las visiones o la experiencia mística.

Muchas mujeres necesitan cultivar la cualidad de la receptividad.
Sabe esperar a que la situación cambie o los sentimientos se aclaren porque es abierta y flexible.

Cuando descubre su facilidad para entender el mundo interno, aprende a confiar en su propia visión interior, en su intuición. Esto le ayuda a tomar decisiones según lo que le parece adecuado, cuestión que le cuesta, pues se suele mostrar indecisa de lo que le conviene.

Perséfone tiene algo de infantil en su personalidad, parece que dice "cuidad de mí". Esta mujer-niña atraerá hombres que no se encuentran cómodos entre mujeres maduras o independientes, y a quienes les gusta la inocencia angelical y la fragilidad. También atrae a jóvenes inexpertos como ella. Perséfone, secuestrada por Hades, se comporta en su matrimonio como "secuestrada", arrastrada a casarse, cede ante alguien fuerte. Los hombres son los que eligen, no al revés. Es la diosa menos segura de sí misma, pero presenta mas vías posibles para su crecimiento porque es muy adaptable.

La mentira, la manipulación, son posibles problemas de esta mujer, al sentirse indefensa y dependiente de otras personas mas poderosas, puede aprender a conseguir lo que quiere de manera indirecta, esperar a que llegue el momento oportuno para actuar, o utilizar la adulación. Tal vez solo digan parte de la verdad.

Suele evitar el enfado, no quiere que la gente se enfurezca con ellas. Imagínala frente al espejo preguntándose si es suficientemente lista y bella, puede ser bastante narcisista y centrada en sí misma.

domingo, 17 de julio de 2011

Arquetipo de las Diosas Vírgenes (Parte II)

Grecia:           Artemisa           Atenea       Hestia
Roma:            Diana               Minerva      Vesta


Artemisa, Diosa de la caza, de la luna, rival y hermana
Artemisa personifica a la mujer independiente que busca sus propias metas en el terreno que ella misma elige. Inmune al enamoramiento, capaz de cuidar de sí misma, no necesita de un hombre y tampoco de la aprobación masculina para sentirse completa. Es valiosa por sí misma, no por la pareja con quien esté en ese momento.

Artemisa, la arquera, podía apuntar a cualquier blanco y acertar, este tipo proporciona a las mujeres la capacidad para no ser desviadas de sus propósitos por las necesidades de los demás. Es competitiva como buena cazadora y representa el movimiento feminista.

Artemisa, también representa la hermana, las compañeras, las mujeres aliadas entre si. Mantiene buenos lazos con el resto de las mujeres.

Es una mujer que si bien ha tenido sus relaciones o sus maridos, no pertenece a ningún hombre, pues ella es libre y está completa en sí misma.

Es una mujer no domesticada, conectada con la naturaleza salvaje. Suele ser catalogada como inaccesible y distante emocionalmente o despiadada, pues está concentrada en sus propios objetivos.

Muchas mujeres sienten que dentro de si existe una parte libre, alegre y audaz que necesita expresar. Muchas mujeres descubren y valoran las cualidades de Artemisa después de su divorcio, cuando viven solas por vez primera en su vida, de pronto descubren la felicidad de poder viajar solas o pertenecer a algún grupo de mujeres que las apoyen. Algunas mujeres desarrollan su Artemisa después de haber "renunciado a los hombres". Eso sucede cuando sienten que poseen el valor de afrontar su vida y organizarse alrededor de los amigos y de aquellas cosas que realmente les importan, es entonces cuando tienen una sensación de totalidad consigo mismas, un inesperado bienestar.

Ya desde niña, Artemisa tiene mucha capacidad para concentrarse en lo que le interesa: es obstinada, firme, tiene convicciones y es capaz de luchar en defensa de alguien o de una causa en la que cree. Reclama su igualdad de género. No es una hija sumisa, mas bien, no soporta las barreras y las imposiciones. Es una "señorita independiente".

Si por suerte para ella resulta ser hija de una madre amorosa y un padre que le apoya y valora su manera de ser, todo irá bien.

Pero si le ha tocado tener una madre negativa, adicta o desvalorizadora, Artemisa tomará las riendas ayudándole y siendo la mamá y papá de la familia. En tal caso, están decididas a no parecerse a sus madres, suprimen los sentimientos de dependencia, evitan expresar su debilidad, y se prometen a si mismas ser independientes. Cuando esto sucede, se encuentra rechazando lo que se considera femenino: dulzura, receptividad y atracción hacia el matrimonio y la maternidad. Entonces se sentirá invadida por el sentimiento de "no ser suficientemente femenina".

Artemisa se mostrará como luchadora y constante. Le encanta explorar, es inconformista e independiente. Es una mujer nada tradicional, luchadora por las causas perdidas antes que por aumentar su prestigio o posición económica. Su matrimonio tendrá una cualidad de igualdad y su relación con los hombres es "como de hermanos". No le interesan las relaciones de dominio, ni las de madre-hijo, se siente ridícula teniendo que hacer de "mujercita". Son buenas madres, ya que fomentan la independencia de sus hijos.

Atenea, Diosa de la sabiduría, estratega, hija del padre
El aspecto Atenea en una mujer crea una persona lógica, práctica, gobernada más por el sentido común que por su corazón. Mujer que conserva la cabeza en una situación emocional, capaz de desarrollar buenas tácticas en medio del conflicto. Tiene una mente penetrante capaz de afrontar las situaciones con sabiduría. Una gran consejera que puede ayudar a resolver situaciones difíciles para otras personas, elaborar una estrategia y conseguir el éxito para el otro. Pero al igual que Artemisa, se enfocará en lo que a ella le importa en lugar de hacerlo en las necesidades de los demás.

Atenea busca compañía masculina al contrario que Artemisa o Hestia que tienden a retirarse o separarse de ellos. Atenea es capaz de involucrarse con los hombres evitando enredos emocionales o sexuales, con los que puede trabajar cómodamente como compañera, colega o confidente sin desarrollar sentimientos eróticos o intimidad emocional. Percibe el mundo de manera muy realista sin romanticismos o idealismos que la confundan. Ella es un "adulto sensato".

Es una mujer de negocios, el aspecto estratégico de su personalidad. Perspicaz, puede manejar situaciones políticas o de negocios con diplomacia, lo cual implica estrategia, poder y maniobras de disimulo.

Atenea es la diosa de la artesanía, realiza cosas útiles y estéticamente agradables. Un artesano es paciente, domina sus manos, los detalles, es planificador y previsor.

Atenea también representa el arquetipo de "la hija del padre", de manera natural gravita alrededor de hombres poderosos que tienen autoridad, responsabilidad y poder, es la mano derecha de ellos, leal a su jefe, una perfecta secretaria ejecutiva. Ella no simpatiza con los perdedores, con los oprimidos o rebeldes, es conservadora y por tanto, le gusta el orden establecido. Les atraen los hombres con poder y autoridad.
Actúa con moderación, le gusta el equilibrio, el punto medio. Atenea no es mujer de excesos, no es una mujer apasionada, miedosa o codiciosa.

Toda mujer debiera cultivar este arquetipo para si misma, educándolo, trabajándolo con disciplina para desarrollar su aspecto desapasionado, pensamiento lógico y habilidades concretas. Debe aprender a pensar con claridad, preparar exámenes y lograr objetivos prácticos.

Atenea es práctica, sin complicaciones, no está pendiente de si misma y es confiada, es alguien que consigue que se hagan las cosas sin llamar demasiado la atención. No tiene conflictos mentales.
Tiene un aspecto elegante, comedido, de buen tono, no sigue demasiado las modas y más bien es bastante asexual en su atuendo. No es alguien que se muestre sexy, ni tiene gran interés por el sexo, excepto porque sabe que es algo bueno y saludable para su vida.

Ella tiene una imagen positiva de sí misma, y a la cual no le causa conflictos tener ambición; es una mujer exitosa, incluso puede ser una gran ama de casa que gestiona perfectamente los asuntos domésticos.

Puede ser una maestra excelente y también domina los trabajos con las manos, el diseño, la investigación (por su gran enfoque lógico) y es buena en matemáticas y ciencias.

No soporta que otras mujeres se quejen o se hagan las victimas, cree en el éxito de las mujeres y en su independencia y valía. Ella se considera astuta y siempre buscará una manera para resolver los problemas.

Hestia, Diosa del hogar y de los templos, mujer sabia y tía soltera 
Este es el aspecto de una mujer en la vida cotidiana o la casa ya que estos elementos le proporcionan un sentido de integridad. Hestia no se aventura por el mundo para explorar su naturaleza salvaje como Artemisa o Atenea. Hestia permanece dentro del hogar, ya sea templo o casa. Lo que sí tiene en común con las otras dos diosas vírgenes es su capacidad para enfocarse en lo que realmente le interesa y su independencia de otras personas u hombres. Pero en Hestia, su conciencia está enfocada hacia adentro, cuando medita está completamente absorta.

Siente de manera intuitiva qué es lo que pasa. Conectar con la Hestia de cada mujer permite entrar en contacto con nuestros valores y lo que tiene significado personal para una. Esta mirada interna, da claridad y desapego emocional, lo cual le hace tender a apartarse de la compañía de los demás porque ella es completa en sí misma, busca la tranquilidad serena que se encuentra más fácilmente en soledad o en el fuego del hogar.

Hestia mantiene el hogar, dándole armonía interna, realizando sus tareas cotidianas, atendiendo a los detalles, como si de una práctica de meditación se tratara. Obtiene una paz interior de lo que hace al igual que una monja de una orden religiosa. Mujer anónima pero valiosa para crear hogar, cobijo. Son las virgen vestales, las que mantenían el fuego en el templo, amas de casa, monjas, tías solteras.....
Hestia es el punto tranquilo de una mujer, la parte interna y centrada.

Mujer tranquila y de fácil carácter cuya presencia crea una atmósfera de calor y orden pacifico. Mujer introvertida que disfruta de su soledad. Tendrá un carácter paciente y calmado sin grandes aspiraciones de éxito social, con un trabajo bastante anónimo.

Encaja en la anticuada idea de una buena esposa, no compite con su marido, ni le critica, no tiene aventuras, ni es promiscua... en apariencia una mujer sumisa, pero realmente una mujer que mantiene su autonomía interna y reina en su mundo silenciosamente. Atrae a hombres que se sienten atraídos por mujeres tranquilas, no autosuficientes.

sábado, 16 de julio de 2011

Las Divinidades Femeninas y sus arquetipos (Parte I)

¿Que es un Arquetipo? 
Un arquetipo es un modelo o ejemplo de ideas o conocimiento del cual se derivan otros tantos para modelar los pensamientos y actitudes propias de cada individuo, de cada conjunto, de cada sociedad, incluso de cada sistema.

El concepto de arquetipo fue introducido por el psicólogo suizo Carl Gustav Jung como término dentro del campo de lo psíquico. La existencia del arquetipo solo puede ser inferida, ya que es por definición inconsciente; pero las imágenes arquetípicas acceden a la consciencia y constituyen nuestro modo de percibir el arquetipo. Ellos entonces aparecen en forma de imágenes.


Los arquetipos se manifiestan a través de nuestras proyecciones, lo que nos permite inferir su presencia. Las estructuras arquetípicas aparecen en el hombre a través de formas determinadas: en las mitologías, en las leyendas, en los sueños, en ciertos deseos colectivos. Los hombres comparten una serie de experiencias que han quedado, por su naturaleza colectiva, incorporadas en la memoria de la humanidad como patrones de comprensión de la realidad.


Son las imágenes primordiales, los símbolos universales con los que hacemos una conexión con dimensiones de las que no somos conscientes. Son los patrones de energía que expresamos tan espontáneamente como los instintos. Son las máscaras que usamos para representar un papel. Son la fachada que exhibimos públicamente para dar una imagen favorable y ser aceptadas socialmente. Podemos usar diferentes máscaras en diferentes circunstancias, una con la familia, otra en el trabajo, otra con las amigas, etc. Aunque las máscaras pueden ser provechosas o nocivas, permiten obtener beneficios, igualmente nos podemos fusionar demasiado con una de ellas dejando de lado las demás y no permitiendo que se manifiesten equitativamente todas los aspectos de nuestra personalidad.

Es decir un Arquetipo, representa modelos de ser y actuar que reconocemos a partir del inconsciente colectivo que todos conocemos.


La mujer y su relación con el arquetipo de la Diosa


Veremos una parte del Universo femenino, visto por los diferentes rostros, con los que la Diosa Madre, se expresa en el mundo físico a través de la mujer.
En el inconsciente colectivo están registradas las experiencias que marcan de forma profunda la vida de una mujer, como el ciclo menstrual, el inicio de la sexualidad, el embarazo, el parto y la menopausia.
Estas experiencias producen un impacto diferente en cada ser femenino, las cuales son compartidas en todas las épocas, manteniendo el hilo de la trama que nos une de forma innegable con la Diosa que vive en todas nosotras.
Diosa que se expresa en una multiplicidad de formas, que crece y se enriquece con el pasar de los siglos, llegando hasta los días de hoy intacta, como fue idealizada por las primeras Mujeres que dejaron sus huellas en esta Tierra, antes del Comienzo de los Tiempos.
La mitología de la Diosa es uno de los arquetipos femeninos, y explica las diferentes experiencias vividas durante nuestra vida.
Tradicionalmente se considera que la mujer debe atravesar tres etapas diferentes: la mujer joven, la mujer en su plenitud o mujer madura, y la mujer sabia y anciana. Estas experiencias psicológicas y físicas únicas caracterizan cada etapa, formando así los arquetipos pertenecientes a la mitología de la Diosa.
Cada uno de los mitos de la Diosa, es un arquetipo que se expresa en la vida de toda mujer, produciendo un impacto directo sobre su psiquismo.
Por eso, comprender la mitología de las diferentes Diosas, es comprender el reflejo que el arquetipo produce en nosotras: visto a la luz del mito, un pequeño detalle de nuestro comportamiento puede tener una importancia mayor y revelarnos las claves de un enigma que intentamos resolver desde hace mucho tiempo.
La versatilidad de la mitología de la Diosa, posibilita que cada mujer reconozca sus propias experiencias y características dentro de su contexto, dibujando el sendero que la llevará a su verdadero yo, y por eso podemos decir...
"Hay una Diosa en y para cada Mujer"

En el pasado, las Diosas hacían parte de la estructura religiosa y social de la sociedad de forma vívida. Desde el paleolítico superior, que se puede definir como el arborecer de la humanidad, los sistemas temporales para medir el tiempo, eran basados en la observación de las fases de la Luna.
Estas fases que estaban vinculadas al ciclo menstrual y a los vestigios de los antiguos rituales usados en las ceremonias religiosas femeninas, nos hablan de la presencia intensa e influyente de la Deidad femenina.
Las culturas agrarias que se asentaron en el Creciente Fértil de Mesopotamia, desarrollaron una Religión Cósmica, que implicaba la renovación constante y periódica de la Vida, siendo que el objeto de culto era La Diosa Madre.
La Tierra era percibida como Madre, y todos -animales, plantas y hombres- eran sus hijos y estaban sujetos a Sus Leyes.
El misterio de la sexualidad femenina, la asociación del ciclo femenino con el ritmo de la Luna, de la Tierra entendida como vientre, de la muerte de la semilla para la creación, son motivos fundamentales de la mitología de la Diosa Madre.
Los pueblos primitivos se concentraban en torno a la oración y el rito, de la misma forma que la Vida se concentra en torno a la fuente de la Creación: El Vientre.
La Diosa Primordial, era única e incluía en su figura todas las fuerzas de la vida, de la muerte y del renacimiento.
Todas las mujeres eran Sus Sacerdotisas, servidoras de Su voluntad y de las manifestaciones terrenales de Su Poder y de Su Magia.
Con el surgimiento de la cultura griega, altamente sofisticada y enormemente diferenciada, -si la comparamos con las civilizaciones mesopotámicas- podremos comprender mejor la influencia de la Diosa en la vida diaria de una mujer. La religión de la Grecia antigua refleja las ideas patriarcales de su estructura socialla poderosa y única Diosa ya no era el principal centro de culto, pues los Dioses masculinos también fueron incorporados al rico panteón griego.
Muchas Diosas adoptaron la forma de la Diosa Primordial, cada una asumiendo un aspecto de Ella.
La principal estructura del mito griego, estaba profundamente influenciada por la presencia de las Diosas. Ellas representaban el hogar y el vinculo de la mujer con el hombre, la vida natural de los animales, las plantas y la humanidad, la afirmación del valor, la fertilidad y el Amor Erótico.
El pensamiento occidental es una herencia y una elaboración directa de la filosofía y la estructura religiosa griega clásica.
El número de Diosas que han recibido culto por los diversos pueblos a largo de la Historia es muy extenso; por eso nos limitaremos a hacer una serie resumida .
Hemos dividido a estas diosas en tres categorías, las diosas vírgenes, las vulnerables y las alquímicas.

En la próxima entrega continuamos con cada uno de los arquetipos...

miércoles, 13 de julio de 2011

Entrevista a la Abuela Margarita

"Cuando quiero algo me lo pido a mi misma"

La Abuela Margarita, curandera y guardiana de la tradición maya, se crió con su bis
abuela, que era curandera y milagrera. Practica y conoce los círculos de danza del sol, de la tierra, de la luna, y la búsqueda de visión. Pertenece al consejo de ancianos indígenas y se dedica a sembrar salud y conocimiento a cambio de la alegría que le produce hacerlo, porque para sustentarse sigue cultivando la tierra. Cuando viaja en avión y las azafatas le dan un nuevo vaso de plástico, ella se aferra al primero: “No joven, que esto va a parar a la Madre Tierra”. Rezuma sabiduría y poder, es algo que se percibe con nitidez. Sus rituales, como gritarle a la tierra el nombre del recién nacido para que reconozca y proteja su fruto, son explosiones de energía que hace bien al que lo presencia; y cuando te mira a los ojos y te dice que somos sagrados, algo profundo se agita.

Ella nos dice: "Tengo 71 años. Nací en el campo, en el estado de Jalisco (México), y vivo en la montaña. Soy viuda, tengo dos hijas y dos nietos de mis hijas, pero tengo miles con los que he podido aprender el amor sin apego. Nuestro origen es la Madre Tierra y el Padre Sol. He venido a la Fira de la Terra para recordarles lo que hay dentro de cada uno."


¿Dónde vamos tras esta vida?
¡Uy hija mía, al disfrute! La muerte no existe. Las muerte simplemente es dejar el cuerpo físico, si quieres.


¿Cómo que si quieres…?
Te lo puedes llevar. Mi bisabuela era chichimeca, me crié con ella hasta los 14 años, era una mujer prodigiosa, una curandera, mágica, milagrosa. Aprendí mucho de ella.


Ya se la ve a usted sabia, abuela

El poder del cosmos, de la tierra y del gran espíritu está ahí para todos, basta tomarlo. Los curanderos valoramos y queremos mucho los cuatro elementos (fuego, agua, aire y tierra), los llamamos abuelos. La cuestión es que estaba una vez en España cuidando de un fuego, y nos pusimos a charlar.

¿Con quién?

Con el fuego. “Yo estoy en ti”, me dijo. “Ya lo sé”, respondí. “Cuando decidas morir retornarás al espíritu, ¿por qué no te llevas el cuerpo?”, dijo. “¿Cómo lo hago?”, pregunté.

Interesante conversación.
”Todo tu cuerpo está lleno de fuego y también de espíritu -me dijo-, ocupamos el cien por cien dentro de ti. El aire son tus maneras de pensar y ascienden si eres ligero. De agua tenemos más del 80%, que son los sentimientos y se evaporan. Y tierra somos menos del 20%, ¿qué te cuesta cargar con eso?”.


¿Y para qué quieres el cuerpo?

Pues para disfrutar, porque mantienes los cinco sentidos y ya no sufres apegos. Ahora mismo están aquí con nosotras los espíritus de mi marido y de mi hija.

Hola

El muertito más reciente de mi familia es mi suegro, que se fue con más de 90 años. Tres meses antes de morir decidió el día. “Si se me olvida -nos dijo-, me lo recuerdan”. Llegó el día y se lo recordamos. Se bañó, se puso ropa nueva y nos dijo: “Ahora me voy a descansar”. Se tumbó en la cama y murió. Eso mismo le puedo contar de mi bisabuela, de mis padres, de mis tías…


Y usted, abuela, ¿cómo quiere morir?
Como mi maestro Martínez Paredes, un maya poderoso. Se fue a la montaña: “Al anochecer vengan a por mi cuerpo”. Se le oyó cantar todo el día y cuando fueron a buscarle, la tierra estaba llena de pisaditas. Así quiero yo morirme, danzando y cantando. ¿Sabe lo que hizo mi papá?

¿Qué hizo?
Una semana antes de morir se fue a recoger sus pasos. Recorrió los lugares que amaba y a la gente que amaba y se dio el lujo de despedirse. La muerte no es muerte, es el miedo que tenemos al cambio. Mi hija me está diciendo: “Habla de mí”, así que le voy a hablar de ella.


Su hija, ¿también decidió morir?

Sí. Hay mucha juventud que no puede realizarse, y nadie quiere vivir sin sentido.

¿Qué merece la pena?
Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro y te haces uno. Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío. Debemos entender que somos seres sagrados, que la Tierra es nuestra Madre y el Sol nuestro Padre. Hasta hace bien poquito los huicholes no aceptaban escrituras de propiedad de la tierra. “¿Cómo voy a ser propietario de la Madre Tierra?”, decían.


Aquí la tierra se explota, no se venera
¡La felicidad es tan sencilla!, consiste en respetar lo que somos, y somos tierra, cosmos y gran espíritu. Y cuando hablamos de la madre tierra, también hablamos de la mujer que debe ocupar su lugar de educadora.


¿Cuál es la misión de la mujer?

Enseñar al hombre a amar. Cuando aprendan, tendrán otra manera de comportarse con la mujer y con la madre tierra. Debemos ver nuestro cuerpo como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado, esa es la manera de que sea dulce y nos llene de sentido. La vida llega a través de ese acto de amor. Si banalizas eso, ¿qué te queda? Devolverle el poder sagrado a la sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida. Cuando la mente se une al corazón todo es posible. Yo quiero decirle algo a todo el mundo…

¿...?

Que pueden usar el poder del Gran Espíritu en el momento que quieran. Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona.

Hay muchos creyentes que ruegan a Dios, y Dios no les concede.
Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.


Mientras no te empaches de ti mismo.
Debemos sutilizar nuestra sombra, ser más ligeros, afinar las capacidades, entender. Entonces es fácil curar, tener telepatía y comunicarse con los otros, las plantas, los animales. Si decides vivir todas tus capacidades para hacer el bien, la vida es deleite.


¿Desde cuándo lo sabe?
Momentos antes de morir mi hija me dijo: “Mamá, carga tu sagrada pipa, tienes que compartir tu sabiduría y vas a viajar mucho. No temas, yo te acompañaré”. Yo vi con mucho asombro como ella se incorporaba al cosmos. Experimenté que la muerte no existe. El horizonte se amplió y las percepciones perdieron los límites, por eso ahora puedo verla y escucharla, ¿lo cree posible?



Mis antepasados nos dejaron a los abuelos la custodia del conocimiento: “Llegará el día en que se volverá a compartir en círculos abiertos”. Creo que ese tiempo ha llegado.