Grecia: Hera Deméter Perséfone
Roma: Juno Ceres Koré
Las diosas vulnerables conforman el segundo grupo: Hera, diosa del matrimonio y esposa de Zeus; Deméter, diosa de las cosechas; Perséfone, la hermana de Deméter. Las tres diosas vulnerables representan los papeles tradicionales de la esposa, la madre y la hija.
Como arquetipos están orientadas hacia las relaciones, su identidades y bienestar dependen de tener una relación significativa. Expresan las necesidades de las mujeres de afiliación y vinculación. Están armonizadas con otras personas y son vulnerables. Cada una sufrió a su manera al romperse o deshonrarse una relación afectiva. Cada una de ellas también evolucionó, y puede proporcionar a las mujeres una compresión interna de la naturaleza y pauta de las propias reacciones que deben abandonarse, y el potencial para el crecimiento interno mediante el sufrimiento inherente a cada uno de estos tres arquetipos de diosas.
Están calificadas como vulnerables por haber sido raptadas, violentadas y dominadas por los Dioses masculinos.
Sufriendo por los conflictos de relaciones afectivas significativas y hasta negativas, muestran síntomas de traumas psicológicos.
Hera: Diosa del matrimonio, artífice del compromiso y esposa
Representa la mujer que anhela casarse. Una mujer con el arquetipo de Hera fuertemente marcado, se sentirá incompleta sin una pareja. Aspira a un matrimonio con el que tenga reconocimiento y aceptación social de su papel de esposa.
Hera es la parte de toda mujer que le da capacidad de vincularse, de ser leal y fiel, de soportar y atravesar dificultades con una pareja. Es el compromiso incondicional de una mujer: una vez casada permanece así, "en la dicha y en la adversidad".
Esta necesidad de unión también tiene un aspecto místico, cuando una mujer alcanza con el ser que ama una unión intensa y maravillosa siente realizada su Hestia interna, pero ante una decepción de su pareja reaccionará con rabia y ansia de venganza.
Una mujer Hera vive centrada en su marido, incluso sus hijos ocupan un puesto posterior.
Una mujer Hera es atraída por un hombre competente y con éxito, no son para ella los bohemios o genios excéntricos.
Si una mujer Hera se casa con hombre que resulta ser un amanerado y un mentiroso (como Zeus), y ella le cree, algo muy típico de Hera que quiere seguridad, será herida una y otra vez.
El estado de felicidad de una mujer Hera depende de la devoción que su esposo tenga por ella. Pero ella se siente atraída por hombres con éxito, muchos de los cuales lo tienen porque están dedicados al trabajo o casados con su profesión. Por ello, tal vez ella descubra que es infeliz a pesar de estar casada, e incluso aunque nunca surja una infidelidad sexual. El matrimonio quizás no le llene completamente a la mujer Hera cuando este no es muy importante para su marido. Ella necesita la implicación real de su pareja.
Una mujer debe reconocer en sí misma la existencia de esta influencia de Hera. Es un paso para poder trascenderla. Pero aunque un matrimonio es el ideal de Hera, ésta no debe permitir que prevalezcan los intereses de él sobre los suyos, tiene la obligación de desarrollar otros aspectos de su vida. Una mujer Hera que ha sido rechazada o que ha sufrido un divorcio, ha de fluir y convertirse de nuevo en una doncella lista para recibir a su próximo amado.
Deméter: Diosa de las cosechas, nutridora y madre
Una mujer que posea un fuerte arquetipo de Deméter, anhela ser madre y esta función la llenará. Cuando Deméter es el arquetipo más fuerte en la psique de una mujer, ser madre es el rol y la función más importante de su vida.
Este arquetipo motiva a las mujeres a nutrir a los demás, a ser generosa y a dar y encontrar satisfacción como cuidadoras y proveedoras.
Deméter no está restringida a ser madre únicamente, hay muchas cosas que se pueden hacer para ser una mujer nutridora y generosa: una docente, prodigar cuidados a otras personas, ser consejeras, psicólogas, o tener cualquier empleo en el que ayudar a los demás sea la función. También en este rol reside ese instinto de ser madre.
A Deméter proveedora de alimento, diosa de las cosechas, le encanta preparar comidas para los demás.
En Deméter encontramos la madre que no cede cuando está en juego el bienestar de sus hijos: obstinación, paciencia y perseverancia.
Cuando una mujer se plantea tener hijos está pidiendo a Deméter hacerse más activa en su psique, se fijan en los bebés y en las mujeres embarazadas.
Cuando una mujer aplica su cuidado a su hijo o a otro niño, se esforzará por ser más paciente y perseverante en beneficio de este. Parecen ser capaces de ser madres estupendas o terribles, pero en todo caso son absorbentes. Con el fin de proteger a sus hijos pueden volverse muy controladoras y sentirse culpables de cualquier cosa que les pase.
A menudo los hijos de una madre Deméter, permanecen siempre cerca de ella, incluso sin casarse. Deméter refuerza la dependencia. Es una mujer consentidora que sobreprotege a los suyos, incapaz de decir que no puede mostrarse agresivo-pasiva.
Perséfone: La doncella y reina del mundo subterráneo, mujer receptiva e hija de la madre
Es una mujer joven, esbelta y bella, asociada a la fertilidad y también a la diosa madura de las almas muertas. Si es Perséfone quien proporciona la estructura de la personalidad, predispone a una mujer a no actuar, sino a dejarse actuar en función de los demás: a ser complaciente en la acción, pero pasiva en su actitud.
Tiene dos aspectos, como doncella, que representa a la joven adolescente que no sabe quién es y todavía no es consciente de sus deseos y sus propias fuerzas. Su actitud es la de la eterna adolescente, indecisa en cuanto a que no sabe qué es lo que quiere ser cuando crezca, a la espera de que algo o alguien transformen su vida. El camino del crecimiento de Perséfone es pasar de ser la doncella inocente a la diosa de las profundidades, debe volverse una mujer apasionada y sexual.
Perséfone representa a la hija de la madre, quiere agradar a su madre, ser buena chica, ser prudente y defendida de toda experiencia que suponga riesgo.
Como mujer, Perséfone se pone guapa para él, se adapta a sus deseos y hace lo que a él le gusta, es incapaz de expresar lo que ella misma desea ya que no lo sabe.
Es muy adaptable y presenta muchas caras, según el deseo del otro. Es una receptividad innata que la hace muy camaleónica. Sabe escuchar lo que otras personas tienen que decir sin juzgarlas. Antes de unirse a un grupo, se muestra tímida, prefiere observar primero.
Es una mujer niña que no es consciente de su atractivo sexual. Recatada, no sabe decir no directamente, educada para evitar perturbar la armonía con desacuerdos o exigencias.
El otro aspecto es como reina del mundo subterráneo. Cuando a través de la experiencia, la mujer Perséfone crece, se convierte en alguien capaz de conectar con el inconsciente, con el mundo psíquico más profundo. Es capaz de unir ambos mundos y de guiar a otras personas a comprender su mundo oculto y hacerlo visible.
Perséfone, la guía, es el arquetipo que produce una conexión con el lenguaje simbólico, los rituales, la locura, las visiones o la experiencia mística.
Muchas mujeres necesitan cultivar la cualidad de la receptividad.
Sabe esperar a que la situación cambie o los sentimientos se aclaren porque es abierta y flexible.
Cuando descubre su facilidad para entender el mundo interno, aprende a confiar en su propia visión interior, en su intuición. Esto le ayuda a tomar decisiones según lo que le parece adecuado, cuestión que le cuesta, pues se suele mostrar indecisa de lo que le conviene.
Perséfone tiene algo de infantil en su personalidad, parece que dice "cuidad de mí". Esta mujer-niña atraerá hombres que no se encuentran cómodos entre mujeres maduras o independientes, y a quienes les gusta la inocencia angelical y la fragilidad. También atrae a jóvenes inexpertos como ella. Perséfone, secuestrada por Hades, se comporta en su matrimonio como "secuestrada", arrastrada a casarse, cede ante alguien fuerte. Los hombres son los que eligen, no al revés. Es la diosa menos segura de sí misma, pero presenta mas vías posibles para su crecimiento porque es muy adaptable.
La mentira, la manipulación, son posibles problemas de esta mujer, al sentirse indefensa y dependiente de otras personas mas poderosas, puede aprender a conseguir lo que quiere de manera indirecta, esperar a que llegue el momento oportuno para actuar, o utilizar la adulación. Tal vez solo digan parte de la verdad.
Suele evitar el enfado, no quiere que la gente se enfurezca con ellas. Imagínala frente al espejo preguntándose si es suficientemente lista y bella, puede ser bastante narcisista y centrada en sí misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario