miércoles, 28 de diciembre de 2011

Qué es enamorarse? - Jorge Bucay


Para amar hay que aceptar al otro tal cual es, con “defectos y virtudes”. Así como las coicidencias con tu pareja son grandiosas, las diferencias hacen crecer, aprender y respetar.

1. ¿Qué es enamorarse? Enamorarse. El enamoramiento correspondido hace que nos sintamos felices.

Enamorarse es un estado emocional de alegría y felicidad que sentimos cuando nos encontramos fuertemente atraídos por otra persona, a la que idealizamos y le atribuimos toda una serie de cualidades que en la mayoría de los casos magnificamos.

En cada persona el enamoramiento surge por causas diferentes y específicas. Vemos en esa persona a un ser encantador que nos cautiva por una serie de cualidades que nos gustan y nos atraen, su manera de ser, comportarse, moverse, belleza, inteligencia, etc. Incluso a veces no encontramos una causa objetiva y concreta que justifique los sentimientos que experimentamos.

Cuando la persona enamorada es correspondida, siente un deseo irresistible de estar con la otra persona, de conocerla y de ahondar en su vida.

Pero cuando esto no es así y el enamorado no es correspondido, experimenta un sentimiento de tristeza y frustración que tendrá que ir superando para salir de este estado.

2. Del enamoramiento al amor El enamorado piensa que ese amor es el definitivo, único e irrepetible y que va a perdurar siempre. Sin embargo, es tan sólo el comienzo de un proceso que puede o no acabar en verdadero amor, y que dependerá en gran medida del conocimiento y el trato que vaya teniendo de la otra persona, conocer sus gustos, preferencias, objetivos etc.

Este proceso consiste en la maduración de ese amor inicial para convertirlo en una amor sólido donde se cimiente una relación duradera y de entrega, dando paso en muchas ocasiones a un proyecto de vida en común o de familia.

3. Falsos enamoramientos Con frecuencia, algunas personas confundimos el estar enamorado con otras formas de amor o de sentimientos. Debemos tratar de identificarlas y de diferenciarlas del verdadero enamoramiento.
Algunas de ellas son:

Cuando la persona se enamora solamente si hay un obstáculo que impide llevar a cabo una relación, pudiendo ser este obstáculo el propio rechazo de la persona a quien quiere conquistar, o bien la existencia de un rival, o cuando está casada, etc. En tal caso, cuando el obstáculo desaparece y consigue su objetivo, el amor también desaparece.

Cuando una persona se siente atraída por otra como consecuencia de lo que tiene o representa: riqueza, poder, clase social, etc.

Es lo que llamamos el amor por interés. Personas que consiguen sus metas a través de otros y se valoran en función de los méritos del otro.

Personas inseguras que engañan a la persona amada para seducirla, con cualidades que no tienen u ocultando defectos. Son personas que conocen muy bien sus limitaciones y que saben como ocultarlas y evitar que el otro las perciba pero, tarde o temprano salen a la luz y es cuando empiezan las decepciones y el otro se siente engañado/a.

Tras una decepción amorosa, hay personas que quieren volver a enamorarse para olvidar el amor que le está haciendo sufrir, mantienen una relación con otra persona con la que se sienten cómodos pero no enamorados, pasado cierto tiempo esta relación fracasa.

El caso de esas personas, sobre todo adolescentes, que creen estar enamoradas de sus ídolos, sienten admiración por lo que hacen o por como son físicamente, y lo confunden con el amor.

4. Cómo mantener el amor Al comienzo de toda relación es bueno conocer las inquietudes, hobbies y actividades que a cada uno le gusta hacer e intentar respetarlas y, en la medida de lo posible, hacerlas juntos pero, sin forzar situaciones.
No debemos olvidar que también es bueno hacer cosas individualmente y que es un error pensar que las parejas que pasan más tiempo juntas funcionan mejor.

En definitiva, se trata de no perder las ilusiones que siempre habéis tenido ya que, en la medida en que uno está bien consigo mismo lo va a estar para aportar lo mejor de sí a la relación.

Transcurrido un cierto tiempo, se pasa de la euforia del comienzo a la tranquilidad de la vida cotidiana, después de varios años de convivencia se produce el cansancio y el deterioro de algunas parejas que no han puesto los medios para evitarlo y esto junto con la rutina puede conducir al final de la relación.

Para que esto no ocurra y mantengamos la ilusión y entusiasmo, es preciso cuidar día a día nuestra vida en común.

¿Cómo? A través de los pequeños detalles y de la comunicación, intentando cada día un acercamiento mayor, demostrándole además a nuestra pareja que la queremos y haciendo que se sienta feliz a nuestro lado.

Jorge Bucay

Feliz o Infeliz?



"Si otra persona puede hacerte feliz o infeliz, no eres un amo, sino un esclavo. El otro te tiene en su poder.
Con un simple gesto te puede hacer desgraciado; con una pequeña sonrisa te puede hacer feliz…
Con tantos amos tirando de ti en tantas direcciones y dimensiones, nunca estás en armonía, nunca eres uno; y jalado en tantas direcciones, estás angustiado.
Sólo alguien que es dueño de sí mismo puede trascender la angustia."

Ocho, El Libro de los Secretos

Nuestros ojos y el alma


No hay nada más interesante que los ojos.
Ya miraste a los ojos de la otra persona?
De la persona amada y no amada.
Del amigo y del conocido.
Del jefe y del compañero de trabajo.
De un niño y un anciano.
Los ojos emiten una energía del alma,
por eso son conocidos
como las ventanas del alma.
Cuando miro en los ojos 
y dejo que los otros miren en mis ojos,
Estoy abriendo puertas hacia un mundo
de comprensión y amor.

Pablo Neruda

martes, 27 de diciembre de 2011

Disfruta tu presente...


"Puedes disfrutar maravillosamente del momento presente; ese tiempo huidizo que siempre está contigo, si te entregas completamente a él, si te “pierdes” en él.
Absorbe todo lo que te brinda el momento presente; y desconéctate, del pasado que ya no existe y del futuro que llegará a su tiempo.
Aférrate al momento presente, como si fuera el único que tienes. Y piensa que recordar, desear, esperar, lamentar y arrepentirse, son las tácticas más usuales y más peligrosas para evadir el presente."
Wayne Dyer.

La entrega en el sexo

La iniciación sexual consiste en entregar la propia sexualidad a otra persona. Cuando una persona acepta el acto sexual como un regalo, se dan intercambios a varios niveles: un intercambio físico y una mezcla de secreciones, un intercambio psico-físico de energías y polaridades vitales, un intercambio kármico a través de la convergencia de destinos, y un intercambio espiritual, una comunión entre los espíritus. A su nivel más alto, todos estos intercambios incrementan la calidad de la pareja. 

Así que atentos de cómo realizamos estos intercambios, se hace necesario vivir en el aquí y en el ahora, tomar consciencia de nuestra pareja y de cómo nos interrelacionamos con ella. Tomemos el sexo como un acto de amor y entrega, como la unión de dos almas en un vínculo perfecto.


Besos,
Tammy

lunes, 26 de diciembre de 2011

El poder creativo - Don Miguel Ruiz


"Tienes el poder de crear. Tu poder es tan fuerte que cualquier cosa que decidas
creer se convierte en realidad. Te creas a ti mismo, sea lo que sea que creas que eres.
Eres como eres porque eso es lo que crees sobre ti mismo. Toda tu realidad, todo lo que crees, es fruto de tu propia creación. Tienes el mismo poder que cualquier otro ser humano en el mundo. La principal diferencia entre otra persona y tú estriba en la manera en que aplicas tu poder y en lo que creas con él. Tal vez te parezcas a otras personas en muchas cosas, pero no todo el mundo vive la vida de la misma manera que tú."



Fragmento libro La Maestría del Amor, del Tolteca Don Miguel Ruiz.

Por tí volaré . Andrea Bocelli

El Amor - Osho


"¿Qué es el amor? Es una relación...

Toda relación es un misterio, y dado que existe entre dos o más personas, depende de ambos. Y en ese encuentro un nuevo mundo es creado. El sólo hecho del encuentro, es un fenómeno que no ha ocurrido antes. Y esto cambia y transforma a ambas personas.

Una nueva cosa ha sucedido, una mujer existe como tal, cuando nace un niño, en ese mismo momento nace una madre, lo mismo ocurre cuando una mujer se vuelve un amante, ya no es la misma mujer. Tanto la madre como la amante es una nueva mujer, algo absolutamente nuevo.

Toda relación es creada por uno, pero a su vez esa relación te crea. Cuando dos personas se encuentran, son dos mundos que se encuentran, y es algo muy complejo. "Cada persona es un mundo en sí mismo, un misterioso complejo con un largo pasado y un futuro eterno".

Está relación es en principio un encuentro periférico, si crece en intimidad, se vuelve más profundo, y si tú estás en tu centro, y él también lo está, estos centros comienzan a encontrarse cada vez más ... y comienza lo que se llama amor.

Cuando el encuentro es periférico, son simplemente "conocidos", tocas a la persona desde afuera, desde el borde, eso es "un conocido", sabemos muchas veces a esto llamar "amor", pero esto es una falacia: "ser un conocido no es amor". El amor es muy raro...

Llegar y encontrar a una persona en su centro, es pasar uno mismo por un gran cambio, por una revolución. Porque si quieres encontrar a una persona en su centro, tendrás que permitir que esa persona llegue también a tu centro. Para lo que debes volverte vulnerable, abierto, lo que es un gran riesgo, es peligroso, porque nunca se sabe que es lo que te hará esa persona, una vez que todos tus secretos son conocidos por él, una vez que todo lo que ocultas de ti mismo queda al descubierto, quedas completamente expuesto.

Allí aparece el miedo, y nos es muy difícil abrirnos, o directamente nunca nos abrimos... y pasamos de una a otra persona como simples conocidos, y podemos pensar que es el amor que ha sucedido, pero no es así, es sólo el encuentro de dos periferias, esta periferia no eres tú, es la cerca que hay alrededor tuyo, es donde tú terminas y comienza el mundo.

Hay parejas casadas y amantes que han vivido por años juntos, y que sólo han sido conocidos, que nunca se han conocido realmente el uno al otro. Y hay situaciones en las que cuando más vives con alguien, más te olvidas de que los centros han permanecidos desconocidos.

Primera enseñanza: no tomes a los conocidos por amor.

Puede también que estés haciendo el amor, relacionándote sexualmente, pero esto también es periférico. A no ser que los centros se encuentren, el sexo resulta sólo el encuentro de dos cuerpos. Sólo el sexo es amor, cuando ambos en esa relación sexual, estén ambos en su centro, en ese caso el sexo es sublime, es eterno...

Y ¿cuando permitimos que alguien entre en nuestro centro? Sólo cuando no tienes miedo, cuando no eres temeroso... Por lo que sólo hay dos formas de vivir: "Orientados hacia el miedo, u orientado hacia el amor".

Segunda enseñanza: Lo contrario al Amor es el Miedo.

La persona orientada hacia el amor, es alguien que no teme al futuro, que no le teme al que tiene junto a él, que se abre, que se expone, que se brinda, que se pone en sus manos... Que no le teme al resultado y a la consecuencia, "alguien que vive aquí y ahora"

Krishna le dice a Arjuna en el Gita: "No te preocupes por los resultados, eso es sólo tú mente orientada hacia el miedo". No pienses en lo que sucederá a consecuencia de lo que hagas. Permanece aquí, nada más y actúa totalmente. No calcules, no planees, no hagas arreglos, no te pongas a salvo. Toda tu vida se pierde de está manera.  Vive el momento, lo demás es irrelevante. Si puedes estar en este momento, sólo así puedes amar.

Tercera enseñanza: El amor es una rara flor, que no siempre florece. Y sólo sucede cuando no hay miedo, nunca puede suceder antes.

Cuando no tienes miedo, no hay nada que ocultar, puedes ser abierto, retiras todas tus fronteras y puedes invitar a que la otra persona penetre en ti hasta el cento mismo. Y es regla, que siempre que permitas que alguien penetre en tí profundamente, él te permitirá penetrar en él, porque cuando tú das el primer paso, y permites que penetre en tí se crea una confianza; cuando no tienes miedo, el otro también se vuelve libre de miedo.

Cuando una pareja, dos amantes, se tienen miedo, esto no es amor, es sólo un acuerdo entre dos personas temerosas que dependen el uno del otro, peleando, explotándose, manipulándose, controlándose, dominando, poseyendo, teniendo sexo,... pero no es amor

Para lograr el amor, debes abandonar el miedo, y tienes tanto miedo porque no puedes ver... que amando no tienes nada que perder...

No hay nada que temer, no hay nada que perder, no hay nadie en contra tuyo... aún cuando lo sientas... porque todos sólo se preocupan sólo en sí mismos, no de tí.

Medita sobre esto y permite que el otro entre en tí. No pongas barreras, sé un pasaje siempre abierto, sin llaves, sin puertas cerradas...

Cuando dos centros se encuentran entonces hay amor. Y el amor es como un fenómeno alquímico. Tal como si oxígeno e hidrógeno se encuentran, permiten entrar en ellos se unen, se forma algo nuevo: agua, se ha creado agua... Pero si no entran uno en el otro, si no se unen, puedes tener todo el hidrógeno del mundo, todo el oxígeno, y tienes sed... De nada te servirán, la sed no se te irá."

Fuente: OSHO

viernes, 16 de diciembre de 2011

Siete pasos para vencer el dominio del ego


La intención como concepto es básicamente el deseo genérico y focalizado de obtener un resultado. La intención no proporciona detalles por lo tanto da libertad a la energía creadora para que se manifieste. 

La intención pide un deseo fuerte y claro pero no pone barreras a cómo debe llegarnos y deja que los escenarios posibles se vayan creando por sí sólos. Esto conlleva dejarse llevar por la vida, dejarse fluir, confiar. Estar cien por ciento seguro que lo que nos llegue será el mejor escenario para nosotros.

El siguiente es un fragmento del libro "El Poder de la Intención" de Wayne Dyer. En el nos deja algunos puntos de vista interesantes relacionados con la vía a tomar para controlar la inherencia del ego en nuestras vidas y cómo lograr el acercamiento con la Energía universal de la Intención. 

Disfruten la lectura! Abrazos de paz!!!
Tammy.

"He aquí siete recomendaciones para ayudarte a trascender esas arraigadas ideas de vanidad. Todas ellas está destinadas a evitar que te identifiques en una clave fasa con el ego y la vanidad.

No te sientas ofendido. La conducta de los demás no es razón para quedarte inmovilizado. Lo que te ofende solo contribuye a debilitarte. Si buscas ocasiones para sentirte ofendido, las encontrarás cada dos por tres.  Es tu ego en plena acción, convenciéndote de que el mundo no debería ser como es. Pero puedes convertirte en degustador de la vida y corresponderte con el Espíritu universal de la Creación. No puedes alcanzar la fuerza de la intención sintiéndote ofendido. Por supuesto, actúa para erradicar los horrores del mundo, que emanan de la identificación masiva con el ego, pero vive en paz. Como nos recuerda A Course in Miracles (Curso de Milagros): “La paz es de Dios; quienes formáis parte de Dios no estáis a gusto salvo en su paz”. Sentirse ofendido crea la misma energía destructiva que te ofendió y que lleva al ataque, al contraataque y a la Guerra.

Libérate de la necesidad de ganar. Al ego le encanta dividirnos entre ganadores y perdedores. Empeñarte en ganar es un método infalible para evitar el contacto consciente con la intención. ¿Por qué? Porque, en última instancia, es imposible ganar todo el tiempo. Siempre habrá alguien más rápido, más joven, más fuerte, más listo y con más suerte que tú, y siempre volverás a sentirte insignificante y despreciable.
Tu no eres tus victorias. Puede que te guste la competencia y que te diviertas en un mundo en el que ganar lo es todo, pero no tienes por qué estar allí con tus pensamientos. No existen perdedores en un mundo en el que todos compartimos la misma fuente de energía. Lo que puedes decir es que en determinado día rendiste a cierto nivel en comparación con el nivel de otras personas ese mismo día. Pero ho yes otro día, y hay que tener en cuenta otros competidores y otras circunstancias. Tú sigues siendo la presencia inficita en un cuerpo que es unn día (o una década) mayor. Olvídate de la necesidad de ganar no aceptando que lo opuesto es perder. Ese es el miedo del ego. Si tu cuerpo no rinde para ganar ese día, sencillamente no importa, si no te identificas exclusivamente con tu ego. Adopta el papel de observador, mira y disfrútalo todo sin necesitar ganar un trofeo. Vive en paz, correspóndete con la energía de la intención e, irónicamente, aunque apenas lo notes, en tu via surgirán más victorias a medida que dejes de ir tras ellas.

Libérate de la necesidad de tener la razón. El ego es fuente de conflictos y desensiones porque te empuja a hacer que los demás se equivoquen. Cuando eres hostil, te has desconectado de la fuerza de la intención. El Espíritu creativo es bondadoso, cariñoso y receptivo, y está libre de ira, resentimiento y amargura. Olvidarse de la necesidad de tener siempre la razón en las discusiones y las relaciones es como decirle al ego: “No soy tu esclavo. Quiero abrazar la bondad y rechazo tu necesidad de tener la razón. Aún más, voy a ofrecerle a esta persona la posibilidad de que se sienta major diciéndole que tiene razón y darle las gracias por haberme encaminado hacia la verdad”.
Cuando te olvidas de la necesidad de tener razón puedes fortalecer la conexión con la fuerza de la intención, pero ten en cuenta que el ego es un combatiente muy resuelto. He visto personas dispuestas a morir antes de dejar de tener la razón. He visto como acaban relaciones maravillosas por la necesidad de ciertas personas de llevar la siempre la razón. Te propongo que te olvides de esta necesidad impulsada por el ego parándote en medio de una discussion para preguntarte: “¿Qué quiero? ¿Ser feliz o tener la razón?” Cuando eliges el modo feliz, cariñoso y espiritual, se fortalece tu conexión con la intención. En última instancia, estos momentos expanden tu nueva conexión con la fuerza de la intención. La Fuente univesversal empezará a colaborar contigo en la creaión de la vida que la intención quiere que lleves.

Libérate de la necesidad de ser superior. La verdadera nobleza no tiene nada que ver con ser mejor que los demás. Se trata de ser mejor de lo que eras antes. Céntrate en tu crecimiento, con constante consciencia de que no hay nadie mejor que nadie en este planeta. Todos emanamos de la misma fuerza vital. Todos tenemos la mission de cumplir la esencia para la que estamos destinados, y tenemos canto necesitamos para cumplir ese destino. Nada de esto es possible cuando te consideras superior a los demás. No por Viejo es menos cierto este dicho: Todos somos iguales ante los ojos de Dios. Olvídate de la necesidad de sentirte superior al ver a Dios revelándose en todos No valores a los demás basándote en su aspecto, sus logros, sus posesiones y otros baremos impuestos por el ego. Cuando proyectas sentimientos de superioridad, eso es lo que te devuelven, y te lleva al resentimiento y en última instancia a sentimientos de hostilidad. Estos sentimientos se convierten en el vehículo que te aleja de la intención. A curse in Miracle habla de la necesidad de ser especial y superior: “El sentirse especial siempre establece comparaciones. Se produce por una carencia que se ve en el otro y que se mantiene buscando y no perdiendo de vista la carencia que puede percibir”.

Libérate de la necesidad de tener más. El mantra del ego es más. Por mucho que logres o adquieras, tu ego insistirá en que no es suficiente. Te versa luchando continuamente y eliminarás la posibilidad de alcanzar la meta, pero en realidad ya la has alcanado, y es asunto tuyo decidir cómo utilizar el momento presente de tu vida. Irónicamente, cuando dejas de necesitar más, parece como sit e llegara más de lo que deseas. Como estás desapegado de esa necesidad, te resulta más fácil trasmitírselo a los demás, porque te das cuenta de lo poco que necesitas para sentirte satisfecho y en paz.
La Fuente universal está satisfecha de sí misma, en continua expansion y creando nueva vida, sin intentar jamás aferrarse a sus creaciones por sus recursos egoístas. Crea y se desliga. Cuando te desligas de la necesidad del ego de tener más, te unificas con la fuente. Creas, atraes lo que deseas hacia ti y te desligas, sin exigir que se te presente nada más. Si valoras todo lo que surge, aprendes la gran lección que nos dio San Francisco de Asís: “… es dar cuando recibimos”. Al permitir que la abundancia fluya hasta ti y a través de ti, estableces correspondencia con la Fuente y aseguras que esa energía siga fluyendo.

Libérate de la necesidad de identificarte con tus logros. Puede resultar un concepto difícil si piensas que tú y tus logros sois lo mismo. Dios escribe toda la música, Dios canta todas las canciones, Dios construye todos los edificios, Dios es la fuente de todos tus logros. Y ya oigo las protestas de tu ego, pero sigue sintonizando con esta idea. Todo emana de la Fuente. Tú y tu Fuente sois uno y el mismo! No eres ese cuerpo y sus logros. Eres el observador. Fíjate en todo y agradece las capacidades que te han sido concedidas, la motivación para lograr cosas y las cosas que has acumulado, pero atribúyele todo el mérito a la fuerza de la intención que te dio la existencia y de la que formas parte materializada. Cuanto menos necesites atribuirte el mérito de tus logros más conectado estarás con las siete caras de la intención, más libre serás de conseguir cosas, que te surgirán con más frecuencia. Cuando te apegas a esos logros y crees que lo estás consiguiendo tu solo es cuando abandonas la paz y la gratitud de tu Fuente.


Libérate de tu fama. La fama que tienes no está localizada en ti, sino en la mente de los demás y, por consiguiente, no ejerces ningún control sobre ellas. Si hablas con treinta personas, tendrás treinta famas distintas. Conectarse a la intención significa escuchar los dictados de tu corazón y actuar basándote en lo que tu voz interior te dice que es tu meta aquí. Si te preocupas demasiado por cómo te van a percibir los demás, te habrás desconectado de la intención y permitido que te guíen las opiniones de los demás. Así funciona el ego. Es una ilusión que se alza entre ti y la fuerza de la intención. No hay nada que no puedas hacer a menos que te desconectes de la fuerza y te convenzas de que tu meta consiste en demostrarles a los demás tu superioridad y autoridad y dediques tu energía a intentar ganar una fama extraordinaria entre el ego de los demás. Haz lo que haces según la orientación de tu voz interior, siempre conectada con tu fuente y agradecida de ella. Mantén tu propósito, deslígate de los resultados y acepta la responsabilidad de lo que reside en ti: tu carácter. Deja que otros discutan sobre tu fama; no tiene nada que ver contigo. O como dice el título de un libro: Lo que pienses de mí no es asunto mío.
Este es el ultimo de los tres grandes obstáculos para conectarte a la intención: tus pensamientos, tu energía y tu vanidad."