Es bien sabido que la mujer produce una secreción vaginal al momento de la excitación, que tiene como objetivo lubricar las paredes vaginales para que la penetración no resulte dolorosa.
Inicialmente, se creyó que el relato de muchas pacientes en el sentido de que expulsaban un líquido abundante al momento de las relaciones sexuales, hacía referencia a esa lubricación vaginal.
Como todo lo relacionado con la sexualidad femenina, la eyaculación ha sido tema tabú hasta hace pocos días. Aún así, los padres de la medicina Hipócrates y Galeno hablaron, ya hace muchos siglos, del “semen femenino”. Aunque lo que eyacule una mujer, lo que expulsa no es semen ni ninguna otra sustancia fecundable, sino un líquido claro o lechoso, mezclado a veces con bajas cantidades de orina.
En 1672, el gran Reignier de Graaf (uno de los creadores de la fisiología experimental) señaló la existencia de nuevos e insospechados elementos en las entrañas de la mujer. Los bautizó como glándulas de Skene (aunque hay quien prefiere el término “glándula parauretral”) y recalcó que segregan un líquido que sólo las hembras más ardientes son capaces de eyacular a chorros. Siglos después, en 1975 concretamente, los científicos L. Testut y A. Latarjet subrayaron en su clásica enciclopedia Anatomía humana la existencia de una “próstata femenina”, dotada de abundantes glándulas uretrales y parauretrales.
De aquellas investigaciones a estos días, investigadores se dieron a la tarea de estudiar detalladamente el fenómeno llegando a la conclusion de que en algunas mujeres, además de la lubricación vaginal, se produce la salida de un líquido a través de la uretra al momento de la relación sexual.
¿Cómo se produce esta eyaculación femenina?
Las glándulas de Skene, que están en el techo de la vagina, muy cerquita del punto G, se llenan de líquido cuando la mujer está excitada. Al llegar al orgasmo, los músculos de la pelvis femenina se contraen y ejercen presión sobre diferentes zonas del interior del cuerpo, entre las que se cuentan las glándulas de Skene que, al ser apretadas, provocan una eyaculación más o menos profusa.
Este líquido no es orina. Física y químicamente difiere de las características urinarias y su salida a través de la uretra descartan la posibilidad inicial de que sea simplemente lubricación vaginal.
Los estudios del líquido eyaculado por la uretra han mostrado una composicion química diferente que la orina, aunque la orina pueda estar también presente, una enzima llamada fosfatasa ácida prostática PAP (del inglés, prostatic acid phosphatase), glucosa, y antígeno prostático específico aparecen en la eyaculación femenina junto con niveles más bajos de urea y creatina. En algunos casos, la eyaculación fue diferenciada de la orina por la ausencia de un olor o color especifico. Estas sustancias se han encontrado en cantidades mucho mayores en la eyaculación femenina que en la orina. El fluido de las glándulas parauretrales es expelido o liberado durante el orgasmo como resultado de las contracciones pélvicas. Para que esto ocurra no necesariamente se requiere estimulación del Punto G ni de las glándulas parauretrales y puede ocurrir en ausencia de orgasmo. Las glándulas pueden simplemente rebasarse de fluido y como resultado lo dejan fluir poco a poco.
¿Orina o Eyaculación?
Las glándulas parauretrales producen un fluido alcalino. En algunos casos, todo el fluido emitido por la uretra femenina es eyaculación. En otros casos, el líquido es probable que sea una mezcla de eyaculación y orina, u orina solamente. La investigaciones que se han realizado frecuentemente han tenido resultados contradictorios. Hay investigaciones que concluyen que es solamente eyaculación o que es mayoritariamente orina con trazas de eyaculación. Sin embargo está claro que la mayoría, si no todas las mujeres producen el fluido alcalino por lo menos en pequeñas cantidades. Puede fluir lentamente en vez de dispararse y ser confundida con sudor y lubricación vaginal. No hay una manera exacta de determinar si la mujer está lanzando orina voluntariamente, está experimentando incontinencia, o eyaculando en el momento del orgasmo. Todos estos fluidos salen del cuerpo a través de la uretra, así que la fuente visible es la misma para todos ellos.
Aunque tenga un poco de los dos, no debemos confundir la eyaculación con la orina ni con el flujo que lubrica las paredes de la vagina. Asimismo, para no confundir las ganas de eyacular con las ganas de orinar, es recomendable vaciar bien la vejiga antes de mantener relaciones sexuales.
¿Cuánto Líquido es Liberado?
La cantidad de fluido liberado por las glándulas parauretrales varía desde unas gotas hasta casi dos tazas, 15 onzas. Dos tazas es mucho líquido, ¿puede ser realmente tanto? Las glándulas parauretrales rodean a la uretra en un área de aproximadamente la mitad de una pulgada (1,25 cm.) de ancho por 1,5 pulgadas (casi 4 cm.) de longitud. Un área de este tamaño, cuando se llena de agua, puede retener 0,163 oz (4,8 ml.) Aun si las glándulas tuvieran que hincharse para llenar un área de 1 x 2 pulgadas (2,5 x 5 cm.) podrían retener solamente 0,87 oz (26 ml). Si las glándulas parauretrales pueden almacenar menos que 1 oz de líquido, ¿de dónde salen las restantes 14 onzas? Tenga presente que estas glándulas continúan produciendo fluido en tanto que la mujer permanezca excitada sexualmente, y como resultado una mujer podría producir más de 1 oz de eyaculación si ocurriera una liberación de fluido múltiple o continua. Un estudio encontró que mujeres producían 30 a 50 ccs (7 a 15 oz)(~200 a ~450 ml.) en un período de 30 a 50 segundos. Para producir tanto fluido las glándulas necesitarían llenarse y vaciarse una o más veces por segundo. Esto significa que las glándulas parauretrales necesitarían producir de 3 a 5 ccs (0,23 a 0,30 oz,)(~7 a ~9 ml) por segundo como promedio. Si las glándulas parauretrales tienen la capacidad de llenarse y vaciarse a rápidamente, eso explicaría los grandes volúmenes de fluido registrados por algunos investigadores. También querría decir que cuanto más durara el orgasmo de una mujer, más eyacularía, como ocurre en general. Si todo esto es así, es posible que la mujer eyacule una cantidad considerable de fluido sin que sea orina o líquido de la vejiga. Obviamente, se require de más investigación para aclarar esto.
La eyaculación femenina suele ser escasa por diversas causas:
a) Porque la mujer no disfruta lo suficiente en la cama o está reprimida o tiene miedo o vergüenza a expulsar demasiada humedad y, entonces, no acumula suficiente líquido en la glándula parauretral.
b) Porque la chica tiene las glándulas pequeñitas: Emanuele Janini, de la Universidad L’Aquila (Italia) descubrió en 2002 que la cantidad de líquido emitido depende, entre otras cosas, del tamaño de las glándulas de Skene.
c) Porque, fisiológicamente, la mujer es “poco húmeda“… lo cual no significa que no sea ardiente, importante no confundir.
d) Porque se produce una “eyaculación retrógrada” y el líquido se va hacia la vejiga en lugar de salir por la vagina. Por eso, muchas mujeres tienen ganas de orinar después de la cópula.
La eyaculación femenina suele ser abundante en mujeres de glándula parauretral grande y también en chicas liberadas que disfrutan del sexo sin represiones. Si la mente está liberada, las glándulas de Skene se relajan y expulsan todo lo que han ido acumulando. Por supuesto, si la mujer cuenta con un amante diestro capaz de manipular bien su clítoris, las posibilidades de eyacular aumentan muy considerablemente.
No existe una eyaculación vaginal “normal”, porque ni en el sexo ni en la vida existe nada “normal”. Cada persona es un universe diferente tanto como las huellas digitales.
Aprendiendo a Eyacular
Pasar a la eyaculación sólo requiere incorporar algunos ligeros cambios en la técnica.
Primero vacíe su vejiga; tendrá que dejarse ir sin la vejiga llena produciendo presión o apuro. La rapidez por eyacular puede no ocurrir sin haber estimulación de sus glándulas parauretrales. Es probable que esto requiera el uso de un vibrador si usted está sola. Mientras que masajea el clítoris, usando sus dedos o el vibrador estimule su uretra masajeando la parte de arriba de la vagina, usando al principio sólo una ligera presión. Masajear toda la longitud de la uretra, desde la apertura de la vagina hasta adentro un par de pulgadas (unos 5 cm.) Mantenga el masaje del clítoris. Pruebe distintas presiones y toques. Masajear la apertura uretral puede sentirse placentero también. Estimular su uretra puede causarle a usted que sienta la necesidad de orinar. No luche contra las ganas. Siga la corriente, literalmente. Relájese y respire profundamente. Si encuentra una zona altamente sensible, concéntrese sólo en ella, pero también puede encontrarla demasiado sensible para estimularla directamente. Si su punto G es muy sensible, puede encontrar que usted sólo puede tolerar su estimulación estando muy cerca del orgasmo, cuando su umbral de dolor ha aumentado. Mantenga el masaje de su clítoris y su uretra. Continúe hasta el punto del orgasmo. Cuando ocurra el orgasmo, relaje la vejiga y presione como si orinara. Si usted eyacula probablemente sienta una sensación nueva y fuerte, si no, experimentará un fuerte orgasmo, así que no pierde nada. Usted puede no advertir ninguna humedad hasta después que ha terminado el orgasmo. Poder eyacular puede llevar práctica, incluso si usted puede disparar orina durante el orgasmo.
Muchas mujeres encuentran esta situación incómoda e, incluso, vergonzosa. Se reprimen pensando que es orina lo que expulsan y se retrain. Para que esta situación no se produzca, es necesario trabajar la confianza con nuestra pareja, ya que, si bien esta expulsión de líquidos se debe al placer, los prejuicios pueden hacer que no disfrutemos del orgasmo inhibiendo en alguno casos las respuestas sexuales naturales.